"Una carta donde vale todo". Así es como Javier de las Muelas, propietario del local, define el restaurante Montesquiu (calle de Mandri, 56). Desde las clásicas patatas bravas, pasando por unos calamares a la romana, hasta platos de origen italiano, norteamericano, mexicano, japonés o hindú. Una oferta fresca y divertida que engloba todas las pasiones. Esta apuesta para extender todos los tipos de cocina es arriesgada, sí. Pero si la lidera uno veterano y experto en el sector como Javier y está acompañado en los fogones por un talentoso chef, la combinación resulta ser la acertada.

La elegancia de barrio

Las sensaciones que transmite este restaurante es que quiere mantener, sin ningún tipo de duda, aquella esencia de barrio. Aquel local donde los vecinos de Sarrià-Sant Gervasi van a hacer unas tapas. Sin embargo, desde que de las Muelas tomó las riendas del negocio en 1991, que Montesquiu ha evolucionado también hacia una cocina más moderna e internacional. Eso sí, nunca ha perdido aquella personalidad de barrio tan característica.

A día de hoy, el Montesquiu sigue siendo un referente social y gastronómico del barrio y de la ciudad. Un icónico punto de encuentro entre jóvenes, familias y grupo de amigos. Es el bar de tu padre y de tu hijo

"Ahora hace 32 años que adquirí este legendario establecimiento y desde entonces iniciamos una etapa en la que hemos querido ampliar nuestra oferta, pero siempre conservando aquella pasión y esencia que convierten Montesquiu en un lugar único", comenta Javier de las Muelas.

El place to be del momento

El "Quiu" nació en 1952 como una pequeña bodega de barrio de la parte alta de Barcelona, que vendía vinos y licores a granel, y hielo a trozos para las neveras. 70+1 años después, pasó de un local de aproximadamente 50 metros cuadrados, a triplicar su espacio y a elaborar ilimitados platos de todo el mundo. Con un barril de cerveza y pequeñas tapas, muy pronto se convirtió un local de referencia en el barrio y el punto de encuentro de jóvenes y universitarios que vivían en la zona.

El Montesquiu ha vivido dos años clave en su trayectoria: en 1991 y en el 2009. En primer lugar, ahora hace 32 años, el mítico restaurante pasó a manos de Javier de las Muelas, referente internacional del mundo del cóctel y la gastronomía, iniciando de esta manera un proceso de transformación que tenía la voluntad y prioridad de respetar la filosofía original del "Quiu". Es decir, cambiar para que nada cambie.

El otro gran cambio llegó en el 2009 cuando de las Muelas amplió y reformó el restaurante con la incorporación de dos locales contiguos. Con un toque más moderno y renovado, el nuevo local hoy día dispone de dos espacios diferenciados: un primer ambiente destinado a la zona de tapas, con una barra larga, mesas altas y taburetes; y otra atmósfera más amplia donde poder degustar los platos del restaurante de forma relajada y tranquila.