Un clásico de la cocina tradicional. De aquellos platos que nuestras abuelas siempre tenían preparado en la nevera y te lo calentaban en un momento. Nunca las pillabas sin nada para comer.
Ingredientes económicos y sabor casero.
Un imprescindible en todo recetario.
¡Vamos!
- 800g de carne magra de cerdo cortada en dados
- 2 zanahorias cortadas en rodajas
- 2 cebollas tiernas cortes en juliana
- 1/2 vaso de vino blanco
- 3 ajos laminados
- 1/2 vaso de vinagre
- 1 vaso de agua
- Un poco de harina
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta negra
- 2 hojas de laurel
- Sal

Prepara la carne. Procura retirar toda la grasa.

Enharina la carne.

En una cazuela con bastante aceite y unos ajos laminados, dora la carne.

Cuando esté, resérvala.

En el mismo aceite, sofríe la verdura con las hojas de laurel.

Aprovecha para arrastrar todos los azúcares pegados a la cazuela de dorar la carne.

Ahora incorpora el vino blanco.

El vinagre.

Y el agua.

Sálalo.

Incorpora la carne de nuevo a la cazuela.

Déjalo hacer a fuego bajo durante unos 30-35, o hasta que la carne quede blanda. Vigila que no falte nunca líquido y no se queme.

Pruébalo y rectifica de sal si hace falta.

Si te apetece, puedes retirar la carne (y la zanahoria) y triturar la salsa.

¡Y a disfrutar!
¡Buen provecho!