Cada semana nos enfrentamos a un gran gasto: mantener la nevera llena. No obstante, si haces la lista de la compra con cabeza puedes ahorrarte mucho dinero en tus visitas semanales al supermercado. Estamos acostumbrados a comprar casi todo en los supermercados: es cómodo y rápido, especialmente porque cada producto se puede tomar y examinar detalladamente. Sin embargo, a veces, eso no es suficiente para evaluar su calidad.
Cada semana nos enfrentamos a un gran gasto: mantener la nevera llena
La primera regla es que no vayas a hacer la compra con hambre, solo acabarás llenando el carrito de cosas innecesarias.
Además de esto, hay algunos productos que deberías evitar comprar en el supermercado si quieres ahorrar. Sus elevados precios por una calidad igual o peor no merece la pena.
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Fruta cortada: Para empezar, si estás buscando la fruta más fresca no vas a encontrarla dentro de una caja de plástico. Pero lo peor de este producto no es su calidad, sino su precio. ¿De verdad te merece la pena gastarte más por no cortar un kiwi, platano o manzana?
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Snacks: Típicas bolsas de patatas fritas o galletas saladas… si comparas el precio con la cantidad que viene en la bolsa te darás cuenta de que cada galleta te sale cara.
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Especias o frutos secos: Es más cómodo comprarlo en el súper, pero pagas más por el bote o el paquete que por el propio producto. Si puedes acércate a una tienda donde puedas comprarlos al granel, tu bolsillo lo agradecerá y el medio ambiente también.
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Productos de larga duración congelados: Expertos sí recomiendan comprar verduras congeladas, por ejemplo, ya que duran más que las frescas y así no tirarás comida a la basura – lo que equivale a dinero. En cambio, hay algunos productos como el arroz que no merece la pena comprar congelado
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Pañales: Este es uno de los trucos estrella para ahorrar de padres primerizos: no compres pañales en el supermercado, cómpralos online. Para empezar, en el súper son más caros, pero además si siempre tienes provisiones así evitarás que se te acaben y tengas que ir corriendo al sitio más cercano…que resulta ser también el más caro.
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Tarta: Si buscas un producto caro de mala calidad compra tartas en el supermercado, de lo contrario acércate a una pastelería. Solo estás pagando más porque tienen que preservarlo más tiempo, más dinero por menos frescura.
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Comida precocinada: Si te ahorran trabajo… no te vas a ahorrar dinero. La comida precocinada siempre cuesta más. Intenta comprar siempre productos frescos e intenta encontrar tiempo para cocinarlo; realmente en meterlo al horno tardas un minuto y no tienes que estar pendiente. Además, es más sano.
Como ves, son distintos los consejos y varias las cosas que puedes plantearte si comprar en un supermercado o no. Simplemente, adáptalo a tu rutina y a la larga, seguro que lo agradecerás.