Los gofres son uno de los dulces más conocidos que existen y se pueden tomar acompañados de multitud de alimentos. Sí, nosotros los preferimos con chocolate, pero también están exquisitos con nata o incluso fruta. Pero… ¿sabías cuál es su origen? Todo apunta a que la costumbre de cocinar la masa de harina entre dos placas de metal ya era habitual en la antigua Grecia, pero en los diferentes países europeos, esta tradición fue evolucionando de forma distinta.

Los gofres que todo el mundo comemos hoy en día son originarios de Estados Unidos y llegaron a Europa con los emigrantes americanos. Fue en 1789 cuando Thomas Jefferson trajo la primera plancha de gofres de América, la típica cuadrícula que le da esa forma tan típica a este dulce.

Los gofres que todo el mundo comemos hoy en día son originarios de Estados Unidos

Pero la idea de servirlos con chocolate, nata y otros ingredientes dulces la puso de moda el belga Maurice Vermersch durante la Exposición Universal que se celebró en Bruselas en 1960. El éxito fue tal que cuatro años más tarde decidió trasladarse a Nueva York, donde dio a conocer su invento al que puso como nombre «gofre belga«, origen de los actuales gofres que se comen en todo el mundo.

Gofres
Gofres / Fuente: Unsplash

Preparación de la masa base de los gofres belgas

  1. En una taza calentamos ligeramente la leche y disolvemos en ella la levadura fresca y la esencia de vainilla. Es importante no calentar la leche demasiado, ya que el exceso de calor mataría la levadura fresca. Si vais a emplear levadura en grano o liofilizada, se añadiría también en este paso.
  2. En un bol grande incorporamos la harina y la sal. Mezclamos y hacemos un hueco en la parte central donde añadimos la leche con levadura y los huevos. Con un tenedor comenzamos a integrar los ingredientes hasta que tengamos una masa más o menos homogénea.
  3. Dejamos que fermente la masa, tapada con papel transparente, durante 30 o 40 minutos en un lugar cálido. Un sitio perfecto podría ser el horno previamente templadito y apagado. Pasado este tiempo añadimos la mantequilla en trocitos y comenzamos a amasar hasta que se haya integrado en la masa. Agregamos el azúcar perlado. Amasamos unos minutos más para que el azúcar se distribuya.
Gofres con miel
Gofres con miel / Fuente: Unsplash

Preparación final y presentación de los gofres

  1. Untamos la gofrera con mantequilla y la calentamos. Cuando esté caliente añadimos una porción de la masa en cada uno de los huecos de la gofrera y cerramos.
  2. Calentamos durante uno 6 o 7 minutos. El tamaño de las porciones será más o menos como el de dos cucharadas. No es necesario que cubra toda la superficie ya que al cerrar la gofrera se extenderá la masa.