El recuento del voto de los catalanes residentes en el extranjero en las elecciones al Parlament de Catalunya del pasado 12 de mayo no ha alterado el reparto de escaños respecto a la noche electoral, pero ha levantado mucha polvareda. La participación exterior, según fuentes del Govern, había conseguido llegar al 8,23%, pero finalmente la junta electoral ha dado por válidos un 7,05% de los votos. Este 1,18% restante no ha entrado en el recuento porque se han considerado "no escrutables" por tener defectos de forma y han sido destruidos. Junts per Catalunya considera que esta forma de actuar implica "graves irregularidades" y supone una "vulneración de los derechos" de los electores residentes en el extranjero, y por eso ha presentado un recurso ante las juntas electorales y ha exigido repetir el voto exterior.

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