El futuro de la lengua en Europa se complica. Después de que Suecia se mostrara reticente sobre la oficialidad del catalán en la UE, ha sido Finlandia quien ha expresado nuevas reticencias hacia la cuestión este viernes —y, con ellos, muchos otros países. El problema aquí es que la votación del próximo 19 de septiembre se tiene que superar con el voto unánime de los Veintisiete, de manera que estos estados tendrían que cambiar de opinión para que la oficialidad saliera adelante. El Govern se ha mostrado tranquilo con la cuestión, mientras que el ejecutivo estatal se ha ofrecido a pagar los gastos que tenga el proceso de oficialización. Finalmente, Plataforma per la Llengua ha iniciado una campaña para presionar los estados.

LA ENCUESTA ¿Crees que los estados reticentes cambiarán de opinión sobre la oficialidad del catalán?