Pintan bastos para las izquierdas en Ciutat de cara a las elecciones municipales 2023. Según señalan las encuestas, la derecha está a un paso de volver a Palma para poner fin a los ocho años de gobierno progresista. Las constantes polémicas, contradicciones y tensiones han desgastado los partidos del Pacte (PSIB, Unidas Podemos y Més), impulsando al PP y Vox. Pero que nadie cante victoria: la disputa parece que será de un solo concejal, dejando la capital mallorquina en una situación similar a la de València. Ahora, la pregunta es "qué está en juego?".

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Entre las diferentes cuestiones que se tendrán que enfrentar en Cort durante los siguientes cuatro años está el acceso a la vivienda, la gestión de la masificación turística, la evolución hacia una movilidad sostenible y el prestigio de la lengua catalana. En los últimos ocho años, los partidos del Pacte no han estado capaces de ponerse de acuerdo para solucionar ninguna de estas cuestiones — y eso que han tenido bastante tiempo para hacerlo. Esto es así que son ellos mismos los que perderán las elecciones municipales, tal como recogen medios como Última Hora: no es la derecha quien gana votos, es la izquierda quien los pierde. Las encuestas pronostican que bajarán de quince concejales (mayoría absoluta) a catorce, dejando el camino plano en el tándem PP-Vox.

La desconfianza en PP-Vox, el arma de la izquierda

Como decíamos, el PP y Vox no han tenido que trabajar mucho: tan solo han tenido que permanecer quietos a la espera de que el PSIB, Unidas Podemos y Més se desgastaran entre ellos, a la vez que Ciudadanos desaparecía de las quinielas — ya que perderá toda representación. Ahora bien, es verdad que no son partidos que inspiren confianza, puesto que también carecen de propuestas para poner fin a los diferentes problemas que afectan a Palma: están contra la regulación de los precios de la vivienda, a favor de la masificación turística, prácticamente indiferentes ante la contaminación de los coches y partidarios de privilegiar el castellano ante el catalán. Además, la sombra de José Ramón Bauzá sobre el PP todavía dura y la candidata autonómica, Marga Prohens, no hace más que acumular polémicas: por una parte, comió con un exdirigente condenado por corrupción; por otra, el Diario de Mallorca destapó la semana pasada un escándalo que implica a Prohens y unas plazas en el Ayuntamiento de Palma sin opositar.

La desconfianza que inspira un pacto de la derecha y la extrema derecha es lo que quieren aprovechar José Hila (PSIB), Lucía Muñoz (UP) y Neus Truyol (Més) para intentar reeditar el Pacte en Cort. Según las encuestas, lo que perderían no es nada insalvable: la alcaldía se decidirá por un único concejal. La actual presidenta y candidata socialista en las elecciones autonómicas, Francina Armengol, sabe utilizar muy bien el tándem PP-Vox para mantenerse al frente del Govern (cómo predice el CIS del inicio de la campaña electoral) y será la mar de útil para que las fuerzas de izquierdas giren la tortilla el 28 de mayo.

 

Imagen principal: el candidato del PP en Palma, Jaime Martínez / Europa Press