Tal día como hoy del año 1939, hace 84 años, en el contexto de los últimos días de la Guerra Civil española (1939-1939) se producía una trágica concentración de refugiados republicanos en el puerto de Alacant, que esperarían infructuosamente que los barcos británicos, franceses y norteamericanos emplazados en el Mediterráneo los embarcaran y los condujeran al exilio. Aquella masa de refugiados, formada por políticos, jefes militares y población civil, se concentró en el puerto durante tres días (29 de marzo al 1 de abril). Los barcos no llegaron nunca y las tropas rebeldes acabaron entrando en la ciudad, los hicieron prisioneros y los condujeron a campos de concentración.

Aquella masa de refugiados procedía de la mitad sur del País Valencià, uno de los últimos reductos republicanos. Según algunas fuentes, el socialista Juan Negrín, presidente del Gobierno, había prometido que todas aquellas personas que llegaran al puerto de Alacant serían embarcadas hacia el exilio del sur de Francia o de la colonia francesa de Argelia. Pero la realidad fue muy diferente. Algunas fuentes relatan que durante aquella angustiosa espera se produjeron escenas de desesperación que provocaron escenas de muchísima tensión y que condujo a algunas personas al suicidio. La promesa de Negrín no se vería nunca cumplida.

El único barco que llegó al puerto de Alacant fue el Stanbrook, de bandera británica. Este barco carbonero embarcaría a 2.638 personas, que, pocos días después, llegaban al puerto de Mazalquivir (colonia francesa de Argelia). En cambio, los más de 12.000 refugiados restantes quedarían en manos del ejército rebelde. Aquella comunidad valenciana exiliada (las personas que habían salido de los puertos de València y de Alacant) se sumaría a la comunidad catalanohablante argelina, descendientes de menorquines y de alicantinos que habían emigrado al norte de África a finales del siglo XIX, y formarían un grupo cultural relativamente compacto, que sería muy activo hasta inicios de la década de los sesenta.