Tal día como hoy del año 1704, hace 314 años, el rey Pedro II de Portugal reconocía a Carlos de Habsburgo, candidato a la corona hispánica de los aliados internacionales (Austria, Inglaterra y los Países Bajos) como Carlos III de las Españas. De esta manera, Portugal ―que antes ya había firmado tratados comerciales muy importantes con Anglaterra― se decantaba definitivamente por la causa austriacista y pasaba a formar parte de la alianza antiborbónica de La Haya (1701). Así se anticipaba más de un año a Catalunya, que no se integraría formalmente en el conglomerado internacional hasta la firma del Tratado de Génova, con Inglaterra, el 20 de junio de 1705.

Los tratados comerciales que antes habían firmado las cancillerías de Lisboa y de Londres explicarían aquella decisión. A pesar de que inicialmente, y no de buen grado, Pedro de Portugal reconoció a Felipe de Borbón como rey de las Españas (1701), después de la firma de los acuerdos con Inglaterra (mayo de 1703) ―que tenían que garantizar los privilegios portugueses sobre el vino y los intereses ingleses sobre el textil―, la postura de Lisboa, que escapaba de la presión y el menosprecio seculares de Versalles, cambiaría radicalmente. Los portugueses incluso participarían en una maniobra militar fallida, liderada por los ingleses y los neerlandeses, de invasión de Castilla a través de Extremadura (noviembre de 1703).

Tres días antes, Carlos de Habsburgo había desembarcado en Lisboa, invitado por el rey Pedro de Portugal, que lo había recibido con todos los honores de monarca soberano. Aquella maniobra, que trasladaba el conflicto sucesorio hispánico a la península Ibérica, se interpretaba como el apoyo incondicional de Portugal a la causa austriacista, y también como la confirmación de Portugal como plataforma territorial de los ejércitos de la coalición internacional antiborbónica en la Península. La primera gran operación militar en territorio peninsular se iniciaría en Lisboa y culminaría con la conquista aliada de Gibraltar (agosto de 1704). En aquella operación la infantería de marina catalana tendría una destacada participación.

Imagen principal: Vista de Lisboa a principio del siglo XVIII / Biblioteca Nacional de Francia