Tal día como hoy del año 2018, hace seis años, en Sant Julià de Lòria (Principat d’Andorra), moría Càndida Majoral i Majoral, que había sido una de las últimas trementinaires. Según las fuentes familiares, complementadas con varias investigaciones etnográficas, Càndida fue trementinaire entre 1925 (cuando solo tenía ocho años) y 1943 (cuando, a los 26 años, se casó y se fue a vivir a Andorra). Càndida Majoral era la hija pequeña de Maria Majoral, una histórica trementinaire que se había iniciado en esta actividad en 1899 (a los doce años) y que no la abandonó hasta 1956 (a los 72 años).

Las trementinaires eran mujeres originarias de zonas de montaña que se dedicaban a la recolección de hierbas medicinales y aceites esenciales, a la elaboración de remedios y a la comercialización de estos productos en masías y pueblos de Catalunya a lo largo de unas rutas que eran recorridas a pie. Esta actividad complementaba los ingresos de las explotaciones agroganaderas familiares. Cada trementinaire "iba por el mundo" acompañada de una aprendiza, que normalmente era un miembro de la propia familia, y que, con el transcurso del tiempo, adquiría los conocimientos sobre plantas medicinales, artes medicinales y circuitos de venta, hasta que, pasados los años, relevaba a la maestra.

Càndida Majoral había nacido en 1917 en Comellana, un pequeño pueblo del actual municipio de la Vansa i Fórnols (Alt Urgell), pero pasó su niñez entre "ir por el mundo" y la ciudad de Barcelona. Sus padres, Jaume y Maria, habían perdido prematuramente a la primogénita por falta de recursos económicos, y desde entonces pasaban los inviernos en Barcelona, trabajando en la fonda de unos parientes. Cuando llegaba la primavera, Maria y Càndida se proveían en los bosques del Serra del Cadí, elaboraban sus remedios y se ponían en camino por masías, pueblos y villas del país, en un trayecto que podía durar meses (a veces, hasta finales de verano).

En 2011 recibió el premio Trementinaire d’Honor, que otorga cada año el Ajuntament de la Vansa i Fórnols. Murió en 2018 a la edad de 100 años, 11 meses y 2 días.