Tal día como hoy del año 1708, hace 314 años, y en el contexto de la Guerra de Sucesión hispánica, las tropas borbónicas comandadas por el general francés François Bidal de Asfeld, marqués de Asfeld, asaltaban Alcoi y se entregaban a un saqueo indiscriminado que se saldaría con docenas de muertes entre la población civil. Aquel asalto era la culminación de un asedio iniciado en agosto. Según la investigación historiográfica, la villa de Alcoi había resistido al sitio con tan sólo 70 soldados ingleses del Regimiento John Richards y un grupo de un centenar de maulets (voluntarios civiles valencianos) comandados por Francesc Perera (o Pereira).

Después de la derrota austriacista en la batalla de Almansa (25 de abril de 1707), las tropas borbónicas habían penetrado en el interior del País Valencià hasta Xàtiva (que fue asediada, ocupada, incendiada y devastada). En aquel punto se dividieron en dos cuerpos: uno que seguiría el camino en dirección a la costa hasta València (comandado por el duque de Berwick) y otro que se dirigiría hacia el sur, y que devastaría las ciudades y territorios de Ontinyent, de Alcoi y de Alacant. Cuando los borbónicos consiguieron entrar en Alcoi, ejecutaron a Francesc Perera, comandante de los maulets, y recluyeron en mazmorras de Castilla a los combatientes valencianos supervivientes.

Cuando se produjo el asedio, asalto y masacre borbónicos, Alcoi era una pequeña ciudad de 3.000 habitantes recluida dentro de las murallas medievales (entre los ríos Riquer y Molinar). Pero a su alrededor inmediato había varios arrabales y alquerías que, con la villa, sumaban más de 20.000 habitantes y representaban uno de los principales polos demográficos y económicos del sur del País Valencià. La conquista borbónica impuso un escenario de represión y de empobrecimiento que estancó la progresión del territorio. Después de aquel episodio, Alcoi tardaría cuatro décadas en recuperar los niveles demográficos y económicos anteriores al asedio y ocupación borbónicos.