Tal día como hoy del año 1940, hace 79 años, la colonia alemana de Barcelona celebraba el Día de Gracia a Dios por la Cosecha. Aquella celebración popular y tradicional fue instrumentada por los regímenes franquista español y nazi alemán y convertida en una exhibición que sublimaba el ideario y la estética del totalitarismo y del fascismo. Las autoridades locales franquistas y el consulado del régimen nazi alemán se apoderaron del Palau de la Música, por la especial significación de este edificio en la cultura catalana, y convirtieron aquella fiesta tradicional y popular en un mitin de exaltación a la figura de Adolf Hitler y al ideario nacional-socialista.

Según la investigación historiográfica, el consulado del régimen nazi alemán en Barcelona ejercía un estrecho control sobre la colonia alemana de Barcelona. Tanto es así, que en todos los faustos de exaltación del nazismo (como aquel, concretamente; o como la visita de Heinrich Himmler a Barcelona el 23 de octubre siguiente), obligaba a todos los residentes alemanes a participar activamente y a desarrollar tareas de proselitismo del régimen nazi alemán, siempre bajo recomendaciones que tenían tufo de amenaza. En esta labor de control y de seguimiento, el consulado contaba con el pleno apoyo del aparato policial y paramilitar franquista de Barcelona.

En aquel fasto del 3 de octubre de 1940, el Palau de la Música fue totalmente cubierto de simbología nazi (banderas negras con esvásticas y una imagen de grandes dimensiones del dictador Hitler que presidía el acto). Entre los asistentes había varias autoridades civiles y militares del régimen nazi emplazadas en Barcelona que colaboraban activamente con el régimen franquista en las políticas de persecución y represión (a los catalanistas republicanos y a las familias judías francesas y alemanas que huían del Holocausto). En los documentos gráficos, también se observa que el público más joven había sido uniformado con el vestuario de las Hitlerjugend (las juventudes del partido nazi alemán).