Tal día como hoy del año 1851, hace 166 años, Josep Cerveró Moxó fundaba en Valparaíso (Chile) el primer cuerpo de bomberos voluntarios del continente sudamericano. Cerveró, nacido en Cervera (Segarra) el 20 de mayo de 1807, era hijo de Xavier Cerveró Perelló y de Bárbara Moxó López, miembros de la élite urbana de la capital de la Segarra. Cerveró llegaría a Chile poco después de la guerra de la independencia (1810-1823), reclamado por unos familiares establecidos en Santiago. El primer testimonio documental lo encontramos en la capital: el 7 de diciembre de 1835 se casaba con su prima-hermana Mercedes Larraïn Moxó, de la élite criolla colonial que había liderado el proceso independentista.

En 1850 –el año anterior a la fundación del cuerpo de bomberos– Valparaíso era una pequeña ciudad portuaria de poco más de 10.000 habitantes, encajada entre la bahía y las cuarenta y dos colinas que la rodeaban, castigada en el transcurso de su historia por terremotos de gran magnitud que habían obligado a reconstruirla en varias ocasiones. Pero, en contrapartida, ofrecía grandes posibilidades de desarrollo: su bahía era el puerto natural más grande de la costa chilena y era el punto que unía Santiago –la capital– con las vías marítimas. El año 1850 las fuentes revelan que la ciudad estaba formada por una colonia de comerciantes de origen inglés, escocés, alemán, occitano, vasco y catalán.

Josep Cerveró Moxó. Puerto viejo de Valparaiso después del incendio. Thomas Somerscale (1865). Font Museo de Bellas Artes de Valparaiso

Puerto antiguo de Valparaíso después del incendio. Thomas Somerscale (1865) / Museo de Bellas Artes de Valparaíso

También fue el año 1850 que se produjo un gran incendio que impulsaría la creación del cuerpo de bomberos. A la medianoche del 15 de diciembre –al inicio del verano austral– se declaró un incendio en la tienda de comestibles y tabacos del puerto viejo que se extendió hacia el centro calcinando más de cuarenta edificios comerciales y residenciales del vial principal de la ciudad; y que tardaría cuatro días en estar controlado y apagado. No se produjeron víctimas mortales, pero las grandes pérdidas económicas ocasionadas por el incendio impulsaron una serie de reuniones entre las clases rectoras locales, lideradas por Cerveró, que culminaron con la creación del primer cuerpo de bomberos sudamericano.