Tal día como hoy del año 1769, hace 249 años, Gaspar de Portolà, comandante de la Compañía Franca de Voluntarios Catalanes, ordenaba el inicio del primer viaje exploratorio de California que los llevaría hasta donde, posteriormente, se crearían las ciudades de Los Ángeles, Santa Mónica, Santa Clara, Santa Lucía, San Simón, San Francisco y Monterrey. Portolà y su compañía de catalanes iniciaron el viaje desde el establecimiento de San Diego, punto de partida que habían fundado ellos mismos, y no volverían a el campo base hasta pasados seis meses y medio y haber recorrido mil quinientos kilómetros de tierra incógnita.

Gaspar de Portolà, nacido en Os de Balaguer (la Noguera) el año 1716, era hijo de una familia nobiliaria aranesa dedicada a la ganadería de caballos que, durante la Guerra de Sucesión hispánica (1705-1715), había tomado partido a favor de la causa de Carlos de Habsburgo. Pasada la guerra, este hecho no parece que representara un obstáculo para que Portolà hiciera la carrera militar al servicio de los Borbones hispánicos, y el 1749 ya era teniente de Dragons. El año 1767, se postulaba y era nombrado gobernador de la región incógnita de la Alta California (actual estado de California), en el norte del virreinato de Nueva España (actual México), y se le encomendaba la exploración y la colonización del territorio.

Gaspar de Portolà inicia la primera exploración de California. Mapa de California (que se pensaba que era una isla). 1720. Fuente Bibliotheque National de France

Mapa de California (que se pensaba que era una isla), 1720 / Fuente: Bibliothèque Nationale de France

Portolà, que tenía noticias de que los navegantes rusos, franceses y británicos frecuentaban las costas de California, conseguiría convencer a la administración colonial hispánica del interés de la empresa. Portolà y su compañía ―que él había alistado personalmente y directamente en el Principat―, cartografiarían por primera vez los grandes accidentes geográficos de la región (las costas ya habían sido esbozadas un siglo antes por el navegante castellano Sebastián Vizcaíno) y, de resultas de aquella exploración, se abandonaría, definitivamente, la idea hasta entonces universalmente aceptada de que California era una gran isla de más de 1.000 kilómetros de largo situada en paralelo en el continente americano.