Tal día como hoy del año 1795, hace 226 años, en Basilea (Suiza); la monarquía española aceptaba la cesión de la mitad oriental de la isla de la Hispaniola (actual República Dominicana) a la República francesa. Aquella cesión fue una compensación para poner fin a un conflicto, denominado Guerra Grande (1793-1795); y se confirmó, definitivamente, el 22 de julio de 1795 con la firma de la llamada Paz de Basilea. No obstante, el día 5 de abril se inició la salida de Santo Domingo (la capital colonial de la Hispaniola) del aparato civil y militar español.

En el transcurso de aquella precipitada huida, los administradores coloniales españoles llevaron a La Habana (la capital colonial de Cuba) los restos de Cristóbal Colón, de su hermano Bartolomé, y de su hijo Diego; que, desde mediados del siglo XVI, descansaban en el altar mayor de la catedral de Santo Domingo. No obstante, investigaciones posteriores han puesto de relieve que aquel traslado se efectuó de cualquier manera: en 1877, en el transcurso de unas obras en la catedral de Santo Domingo apareció una caja de plomo que contenía buena parte de los restos de los Colón.

Y todavía en 1898, en el transcurso de la tercera guerra de la independencia cubana, —también a toda prisa— la administración colonial española trasladó los restos de Colón a Sevilla y los depositaron en la catedral. Un estudio reciente de la Universidad de Granada ha revelado que los restos depositados en la catedral de Sevilla son efectivamente de Colón, pero que únicamente corresponden al 15% de sus restos mortales. Este estudio demuestra que en el primer traslado (de Santo Domingo a La Habana) las autoridades coloniales españolas se limitaron a reunir algunos restos mezclados de la cripta de los Colón.

El año 1992, coincidiendo con el 500 aniversario del primer viaje colombino, las autoridades dominicanas trasladaron la parte de los restos de los Colón localizadas en la catedral de Santo Domingo en 1877, hasta un monumento erigido a propósito, llamado Faro Colón, situado en una zona residencial en el este de la capital dominicana conocida como "Comunidades Catalanas"; y construido según los planos del arquitecto dominicano de origen catalán Teófilo Carbonell.