Tal día como hoy del año 1713, hace 307 años, el conde de Königsegg —en nombre de Carlos de Habsburgo—y el conde Ceva Grimaldi —en nombre de Felipe de Borbón— firmaban el Convenio de Hospitalet: el acuerdo secreto entre los dos bandos en conflicto que estipulaba las condiciones de la retirada de los ejércitos de la alianza internacional austriacista de Catalunya. Ocho días más tarde (30 de junio) se hacía efectiva la evacuación de las armas austriacistas y Catalunya se quedaba sola contra la alianza borbónica de las Dos Coronas (las coronas castellanoleonesa y francesa).

A partir de aquel momento, y especialmente a partir de la votación de los Tres Comunes del 6 de julio de 1713, aquel conflicto —que inicialmente había enfrentado a los partidarios de Felipe de Borbón (concentrados, básicamente, en las coronas castellanoleonesa y navarra) con los de Carlos de Habsburgo (que tenía el apoyo mayoritario de la corona catalanoaragonesa)— se convirtió en la Guerra de los Catalanes. Esta denominación la crearon las cancillerías borbónicas de París y de Madrid. Este conflicto se prolongaría hasta la ocupación borbónica del Principat (1714) y de Mallorca (1715).

Catorce días más tarde, el 6 de julio de 1713, la Junta de Braços (el equivalente al Parlament) pasaría a nombrarse Junta de Guerra: se convertiría en el gobierno efectivo de Catalunya y sería presidida por Rafael Casanova, conseller en cap (equivalente a alcalde) de Barcelona. En aquella sesión el conseller Casanova presentó a votación dos propuestas: la resistencia a ultranza o la capitulación negociada. Aunque Casanova era partidario de negociar una capitulación que tenía que respetar el estado foral catalán, se acabaría imponiendo la resistencia a ultranza por 75 votos contra 45.