Tal día como hoy del año 1931, hace 90 años, la prensa de la época publicaba que el sumario contra los asesinos del abogado laboralista Francesc Layret había concluido; y, por lo tanto, el inicio del juicio era inminente. Francesc Layret había sido cosido a tiros a la salida de su domicilio el 30 de noviembre de 1920, cuando se dirigía a atender jurídicamente a 36 abogados y líderes sindicales que habían sido detenidos por orden de Severiano Martinez Anido, gobernador civil de Barcelona. Entre los detenidos -que el Gobierno pretendía deportar a la colonia de Guinea Ecuatorial-, estaba Lluís Companys, que trece años más tarde sería nombrado presidente de la Generalitat.

Desde un primer momento, la prensa señaló al gobernador Martínez Anido como el inductor del asesinato. Incluso se publicó que Layret había sido asesinado por un delincuente habitual a sueldo del gobernador. Pero, sorprendentemente, la policía no efectuó nunca ninguna detención. No sería hasta poco después de la proclamación de la República (14/04/1931), cuando ya hacía once años del asesinato, que se producirían las primeras detenciones. Según la prensa de la época, la policía republicana detuvo a Fulgencio Vera, Ramon Sales i Paulí Pallàs (que la investigación historiográfica ha demostrado que era una identidad falsa), delincuentes habituales y pistoleros a sueldo.

También según la investigación historiográfica, Vera, Salas, y el pretendido Pallàs asesinaron a Layret por encargo de Maties Muntadas i Rovira, propietario de La España Industrial, y a quien el rey huido Alfonso XIII había nombrado conde de Santa Maria de Sants. Los asesinos cobraron 40.000 pesetas de la época (el equivalente a 200.000 euros), y el pago se efectuó en un hotel de la Rambla Santa Mònica, de Barcelona. Después de la detención y del juicio los asesinos de Layret fueron condenados a cadena perpetúa, sin embargo, cuatro años después (1935), durante el gobierno del tripartito de derechas (PRR, CEDA, Partido Agrario) presidido por Lerroux, fueron amnistiados.