Tal día como hoy del año 1487, hace 535 años, la infantería de marina de las galeras de Catalunya, comandada por Galcerán de Requesens, derrotaban definitivamente a la guarnición de la plaza árabe de Beliya Malica (actualmente Vélez-Málaga) y tomaban posesión del castillo. La villa había sido ocupada por los catalanes durante los días inmediatamente anteriores. Aquella operación militar, que se había iniciado con el desembarque catalán en el paraje actualmente llamado Torre del Mar (27 de abril de 1487), estaba encuadrada en la guerra de conquista hispánica del reino nazarí de Granada (1481-1492).

En el momento en que se produjo la conquista, Beliya Malica era —con Málaga y Almería— uno de los tres principales puertos del reino nazarí de Granada; y el control de aquella estratégica plaza se consideraba de vital importancia para cortar la ayuda que los nazaríes recibían de los benimerines marroquíes situados en la orilla sur del Mediterráneo. La conquista de Beliya Malica era una de las consecuencias del bloqueo naval que las galeras de Catalunya habían establecido en el mar de Alborán (el extremo sudoccidental del mar Mediterráneo) desde que el conde-rey Fernando II había asumido la dirección militar de las tropas cristianas hispánicas, en detrimento de Isabel de Castilla.

La ocupación de Beliya Malica abrió las puertas a la conquista de La Axarquía; una comarca muy rica dotada de un importante aparato hidráulico (formado por ríos, canales y acequias), que generaba una extraordinaria producción agraria destinada a los mercados de la capital. Con la conquista de La Axarquía (formada por una falla natural entre Sierra Nevada y el Mediterráneo) se pretendía cortar una parte importante del suministro de alimentos en la capital y precipitar su caída. Y, al mismo tiempo, controlar las crestas de Sierra Nevada, para preparar el asalto definitivo a la capital. No obstante, Granada todavía resistiría cuatro años más y no sería ocupada hasta los primeros días de 1492.

Imagen principal: Galera catalana. Fuente Museo Sant Joan Crisostom. Estambul.