Tal día como hoy del año 1941, hace 80 años, salía de la estación de Francia ―de Barcelona― un tren que transportaba a un grupo de soldados catalanes integrantes de la División Azul, una unidad de teóricos voluntarios españoles de infantería que combatiría al lado del ejército nazi en Rusia. Según las fuentes oficiales, aquella unidad, en conjunto, estaría formada por unos 17.000 efectivos; de los cuales, según las mismas fuentes, unos quinientos procedían de Catalunya. Según la investigación moderna, Catalunya y el País Vasco fueron los territorios del estado español que menos efectivos aportaron ―porcentual y cuantitativamente― a la División Azul.

El alistamiento de aquel cupo fue a cargo del aparato de propaganda del régimen franquista, fue tutelado por las capitanías generales y estuvo formado ―principalmente― por mandos militares y algunos civiles simpatizantes de Falange Española. El régimen franquista estableció la edad mínima de alistamiento en los 20 años, pero ―en el caso de Catalunya― aceptaron algunas incorporaciones de menores de edad con la autorización paterna. También se les prometió que sus familias recibirían un subsidio diario de 7,30 pesetas (el equivalente a unos 40 euros), doble cartilla de racionamiento, y cómputo de cotización laboral durante su estancia en la División Azul.

En el caso de Catalunya, el escaso alistamiento condujo a los cabecillas del régimen a maniobras de chantaje. Se prometió a personas que el régimen franquista había sentenciado a condenas por su compromiso con los gobiernos de la Generalitat y de la República (y que a causa de estos antecedentes tenían muchas dificultades para incorporarse al mundo del trabajo) a "limpiar" su expediente personal a cambio del alistamiento. No hay datos que cuantifiquen con precisión este colectivo. Pero, en cambio, un grupo de más de 1.000 catalanes fueron víctimas de este chantaje y aceptaron marcharse a trabajar a las fábricas de armamento de la Alemania nazi.