Tal día como hoy del año 1705, hace 314 años, en el contexto de la Guerra de Sucesión hispánica (1705-1715), Carlos de Habsburgo enviaba una misiva oficial a la Generalitat de Catalunya comunicando el nombramiento de su primer gabinete de gobierno en las Españas. Carlos de Habsburgo estaba en las afueras de Barcelona desde que el 14 de septiembre había rodeado la ciudad con un ejército de más de 10.000 efectivos (ingleses, neerlandeses, austríacos y catalanes) y lo había sometido a asedio. Veinticinco días más tarde (9 de octubre), el virrey borbónico de Catalunya Francisco Fernández de Velasco, presionado por las clases populares de la ciudad (proaustriacistas), firmaba la capitulación y abandonaba Barcelona, olvidando ―en su precipitada huída― buena parte de la documentación oficial de su oficina.

En aquella misiva, Carlos de Habsburgo nombraba a Guillem Gonyalons, obispo de Solsona; Emmanuel Santjust i Pagès, que poco después sería nombrado obispo de Vic; Bonaventura Joan de Lanuza i d'Oms, micer protector del Brazo Militar de Catalunya, cargo equivalente al Lord Protector de Inglaterra; los exmicers protectores del Brazo Militar de Catalunya Pere de Torrelles i Sentmenat y Josep Galceran de Pinós; Francesc Blanes i Carròs, conde de Centelles; Josep Terré i Granollachs, diputado militar por la veguería de Balaguer; y Joan Baptista Reverter, profesor de la Universidad de Barcelona y, posteriormente, jefe de la Real Seca de la Moneda de Catalunya, que sería la institución responsable del pago de los gastos de guerra del ejército austriacista.

Aquel primer gabinete sería denominado Real Junta de Estado. Sería efectivo hasta el nombramiento de Carlos de Habsburgo como conde independiente de Barcelona (7 de noviembre de 1705), y sería su primera cancillería en los estados de la monarquía hispánica. De hecho, Carlos de Habsburgo, en el transcurso de la guerra, nombraría varios gabinetes de gobierno, pero la cancillería austriacista ya no se movería de Barcelona hasta que el 25 de junio de 1713 ordenaba la evacuación de las últimas tropas austriacistas del Principado (Convenio de l'Hospitalet) y abandonaba Catalunya a su suerte. Desde junio de 1713 hasta septiembre de 1714, Catalunya lucharía en solitario contra la alianza borbónica de las Dos Coronas (Castilla y Francia), en un episodio que las cortes de Madrid y de París denominaron Guerra de los Catalanes.