Tal día como hoy del año 1939, hace 81 años, en el contexto de los últimos meses de la Guerra Civil española, el cuerpo de ejército marroquí del bando franquista —comandado por el general golpista Yagüe— ocupaba Tortosa. Con la caída de Tortosa, las tropas franquistas pasaban a controlar la totalidad del curso del río Ebro y posicionaban para iniciar la maniobra de ocupación del camino entre la capital del Baix Ebre y el triángulo formado por Tarragona, Reus y Valls. Dos días más tarde, ocuparían el territorio del Camp de Tarragona.

Cuando las tropas franquistas entraron en Tortosa, se encontraron una ciudad prácticamente en ruinas, en buena parte a causa de los bombardeos de las aviaciones fascista italiana y nazi alemana —aliadas del bando— en el transcurso de la Batalla del Ebro (25 de julio a 16 de noviembre de 1938). También el hecho de que Tortosa había sido primera línea del frente de guerra durante nueve meses contribuyó a aquel nivel de destrucción. Las zonas más afectadas habían sido el Raval de Remolins y la fachada fluvial de la parte histórica.

El 18 de abril de 1938, las tropas franquistas habían ocupado Jesús, Roquetes y Ferreries (situadas delante de Tortosa, en el otro margen del río) y hasta el 13 de enero de 1939, la ciudad había sido convertida en una gran trinchera. También, cuando las tropas franquistas ocuparon Tortosa, la encontraron prácticamente vacía de población. Acto seguido los vecinos —que se habían refugiado en las masías y en las cabañas de pastores de la sierra de Cardó— retornarían a sus casas, y se iniciaría un periodo de brutal represión que se saldaría con centenares de encarcelados y fusilados.