Tal día como hoy del año 1767, hace 250 años nacía en Barcelona Domènec Badia i Leblich más conocido como Ali Bei. Badia nació en una familia acomodada de la burguesía funcionarial de la ciudad -su padre era secretario del capitán general de Catalunya- que le marcó, inicialmente, el camino profesional. En su juventud ocupó varios cargos de la administración borbónica en Granada, en Córdoba y en Madrid. En la capital del reino entró en contacto con dos personajes que marcarían su futura carrera de viajes y de espionaje: Godoy -el ministro plenipotenciario de Carles IV- y Rojas -botánico y catedrático de árabe.

Badia presentó un interesante proyecto a Godoy que consistía en la exploración del tercio norte del continente africano -el Magreb, el Sáhara y el Sahel-; Oriente Próximo y la península Arábiga, tierras poco conocidas por los europeos de la época. Badia propuso un viaje expedicionario para constatar las posibilidades que ofrecía el territorio y, posteriormente, valorar con Godoy la oportunidad de iniciar una ocupación militar y un expolio de los recursos naturales. El proyecto de Badia era una reedición de la empresa colombina -pasados tres siglos- en un momento histórico en que las colonias americanas iniciaban sus procesos independentistas.

Nace Domènec Badia. Grabado de Palestina

Dibujo del monte Carmelo desde San Juan de Acre, entonces bajo ocupación otomana

El viaje de Badia duró 4 años (1803-1807) durante los cuales recogió información muy valiosa relacionada con la capacidad militar de aquellas entidades políticas. Siempre utilizando la falsa identidad de Alí Bei -rico comerciante turco- y sus extraordinarios conocimientos de lengua árabe. En 1808 entregó el resultado de su trabajo al rey Carlos IV pero éste lo rechazó: Godoy, su valedor, había caído en desgracia. No vencido conseguiría interesar al Gobierno de Francia, que le encomendaría un segundo viaje -en misión secreta- (1817-1818). Sería el punto de inicio del proceso colonizador francés del norte de África y del Oriente Próximo.

Un basto imperio colonial que rescataría a Francia del caos económico que le habían provocado los últimos Borbones y las guerras napoleónicas, y que la reubicaría como potencia mundial de primer nivel. Badia murió en Damasco bajo la falsa identidad de Otman Bei -el figurado padre de Ali Bei- en 1818 en circunstancias nunca aclaradas. Dejaba una extraordinaria obra Voyages d'Ali Bey en Afrique et en Asie pendant las années 1803, 1804, 1805, 1806 et 1807, publicada en París en 1814, que sería un auténtico best-seller. En Barcelona, su ciudad nativa, existe una calle -en la dreta de l'Eixample- dedicada a la memoria de este extraordinario aventurero catalán que precedió a Lawrence de Arabia.