No ha hecho falta ni 24 horas para que se pueda llegar a comprender por qué solo se ha dado a conocer el nombre del diplomático salvadoreño Francisco Galindo Vélez de entre los cuatro que conforman el mecanismo internacional que debe velar por el cumplimiento de los acuerdos a los que se han emplazado el PSOE y Junts per Catalunya. La intervención de este domingo en Madrid del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, en un nuevo acto contra la amnistía ha sido un ejemplo clamoroso y desmesurado de la embestida con tintes xenófobos: "Que Sánchez ponga a un ciudadano de El Salvador a decidir el futuro de España es una humillación insoportable".

No fue el único. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha redoblado la apuesta: "No necesitamos que un salvadoreño decida nuestro futuro". Y Díaz Ayuso se acercaba a los planteamientos más guerracivilistas. Parece como si el PP y la judicatura, como punto de lanza del deep state se hubieran repartido los papeles: la política actúa en fin de semana y para los demás las jornadas laborables. ¿El objetivo? No darle cuartel al PSOE y a sus socios independentistas con la amnistía. Abordar al gobierno por todos los frentes y desde todos los sectores profesionales y sociales. Dejarle sin oxígeno, dicen.  

De lo poco que sabemos de la reunión celebrada el sábado en las proximidades de Ginebra es que, durante la misma, el PSOE y Junts dedicaron un tiempo a poner en antecedentes a Galindo de los ataques que iba a sufrir a partir de ahora. Y así ha sido, desde el mismo domingo. El ABC abría su portada con el siguiente titular: "Un salvadoreño será el árbitro de las cesiones del PSOE a Junts". Pero era necesario hacer público el nombre, al menos, del coordinador-portavoz, ya que, además, actuaba como paraguas de los nombres que se quieren proteger y que, por parte del mecanismo de verificación, son al menos tres. El representante de la Fundación Henry Dunant, que actúa como anfitrión, y otras dos personas que combinan su experiencia en procesos en conflicto y, en un caso, su autoridad personal.

El PSOE y Junts dedicaron un tiempo a poner en antecedentes a Francisco Galindo de los ataques que iba a sufrir a partir de ahora. Y así ha sido, desde el mismo domingo

El guion acordado en Suiza no va a variar y PSOE y Junts se han puesto deberes para que la próxima cita en Suiza ya aborde un primer análisis de las posiciones expresadas por ambos partidos en el documento firmado en Bruselas a principios de noviembre. Eso se hará a través de comisiones técnicas cuya fontanería llevarán Santos Cerdán y Jordi Turull o sus equipos de colaboradores más cercanos. Así, tanto al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero como al president en el exilio Carles Puigdemont, que lideraron las delegaciones de las dos formaciones, se les sitúa más en el terreno estratégico, sin abordar directamente el minuto a minuto.