Después de 16 meses de forcejeo, a veces público y muchas otras entre bambalinas, ya se conocen las fechas claves de la OPA del BBVA al Sabadell, una vez la CNMV ha examinado el folleto del banco vasco y le ha dado el visto bueno: el período de aceptación empezará el lunes, los accionistas tendrán hasta el 7 de octubre para acudir a la operación y se prevé que los resultados se conozcan el 14 de octubre. Ahora sí que empieza el último trámite, el definitivo, ya que la palabra pasa directamente a los accionistas, a inversores minoritarios que disponen de alrededor del 48% del banco y de manera especial a ese otro 52% que está en manos de inversores institucionales.
Todo apunta a que el desenlace se dilucidará en los últimos días, ya que en esta fase inicial los inversores minoritarios y los institucionales no van a sentirse especialmente atraídos con las condiciones del BBVA. El propio presidente del Sabadell, Josep Oliu, no esperó muchas horas para remarcar que la propuesta del banco vasco publicada por la CNMV era incluso inferior a la presentada en mayo de 2024, ya que durante este período la entidad vallesana se ha revalorizado más y ha remunerado más a sus accionistas. Mientras la acción del Sabadell se ha revalorizado un 108%, la del BBVA lo ha hecho en un 55%.
En consecuencia, todo el mundo es consciente de que en este último plazo de un mes, el banco vasco ha de mejorar significativamente su oferta y, por tanto, no hay prisa alguna. En el caso de los minoritarios hay, además, este sentimiento de pertenencia, existente desde siempre pero, sin duda, reforzado desde el lanzamiento de la OPA. Dicho de otra manera, hay una cantidad que el banco debe subir para hacerla atractiva para los institucionales y otra para los minoritarios. Por tanto, lo razonable es que el BBVA se concentre más en tentar a los primeros que en seducir a los segundos.
Todo el mundo es consciente de que en este último plazo de un mes, el banco vasco ha de mejorar significativamente su oferta
En este arranque del mes para conocer que harán los accionistas, todos los ojos hoy están puestos, de manera preferente, en la aseguradora Zurich, que cuenta con el 4,3% del capital del Sabadell y es el segundo accionista, con una posición valorada en más de 700 millones de euros, y en el inversor mexicano David Martínez Guzmán, tercer accionista y que controla un 3,7% del Sabadell. La aseguradora es accionista del banco desde hace más de quince años y si prospera la OPA perderá la alianza que tiene, desde 2008, con la entidad suiza. Martínez Guzmán, con una posición valorada en 600 millones, es el principal accionista individual, tiene un puesto en el consejo de administración y fue el único miembro que se abstuvo en la votación sobre la propuesta de fusión ofrecida por el BBVA antes de lanzar la OPA.
Cualquiera de estos dos alineados con el Sabadell cortarían muy posiblemente el paso al listón del 50% que aspira a superar el banco vasco. Aunque, lógicamente, hay prisa para conocer el desenlace final, aún hay muchas partidas a jugar y, con seguridad, asistiremos a movimientos importantes porque es mucho lo que hay en juego.