La XXXV Reunión del Cercle d'Economia en Sitges ha dado el pistoletazo de salida con el discurso inaugural del Presidente de la Generalitat, Quim Torra, rebatiendo las insinuaciones del presidente del Cercle, Juan José Brugera, que ha alertado de "la pérdida del poder económico de Catalunya". Con datos de exportaciones, inversiones y creación de empleo, Torra ha avisado que "la economía catalana va bien y hace falta que traslademos un mensaje de confianza".

La intervención de Brugera ha hecho énfasis en "el conflicto político en Catalunya", y el hecho de que haría falta "un debate público sobre cuestiones tan sensibles y relevantes como la educación, la sanidad o el bienestar social, pero no es el caso en absoluto. El conflicto político lo llena todo". Desde el punto de vista económico, ha aseverado que "creemos que resulta fundamental entender que si bien no se ha hecho realidad aquellos augurios que presagiaban una caída radical de la actividad económica en Catalunya, la pérdida del poder económico se empieza a evidenciar".

En medio de un discurso "demasiado político" para una parte del empresariado, que ha recibido con ironía y críticas las palabras del Presidente, Torra ha rebatido la afirmación de Brugera, aseverando que Catalunya se encuentra en un momento dulce, si bien "este no ha sido un año normal por Catalunya viviendo en un estado de excepción constante". Con todo, "la coyuntura es compleja, pero la economía catalana demuestra una resiliencia envidiable y da buenas pasos adelante; una economía que tiene que salvar un déficit fiscal, el 8% del PIB catalán, y convive en un déficit crónico de infraestructuras: ¿Cuántas veces se nos ha prometido la puesta en marcha del Corredor Mediterráneo"?

Haciendo referencia en el estudio del Colegio de Economistas, que denunciaba las presiones del Estado por "forzar las empresas catalanas a trasladar las sedes fuera de Catalunya" después del referéndum, Torra ha aseverado que "las presiones se concentraron en compañías de sectores muy regulados, y el cambio de sedes tuvo muy poco impacto sobre la economía catalana", a pesar de "el largo historial de obstáculos por parte del Estado".

Insistiendo en el tema, el Presidente ha aseverado que la huida de empresas se manipuló, y lo ha argumentado con un baile de cifras: "El puerto de Barcelona registró en el 2018 récords de actividades, el Aeropuerto también, el turismo de reuniones consigue en el 2018 el impacto económico más elevado en Barcelona" y un largo etcétera de ejemplos. También un apunte: "El movimiento de sedes sociales se ha cambiado". Y es que los últimos datos demuestran que actualmente, se trasladan más suyos de Madrid a Barcelona que al revés.

Y más cifras, las que ya se han dicho tantas veces: "El año pasado batimos el récord histórico de exportaciones por octavo año consecutivo, también lideramos las exportaciones del Estado español y ya exportamos casi el 75% de los productos catalanes fuera de España. Somos un país global en un mercado global".

Al mismo tiempo, Torra ha insistido en la necesidad de avanzar a nivel tecnológico y de innovación. "China y la India juntas gradúan cada año 7,3 millones de estudiantes en ciencia, tecnología... Cada año, gradúan una Catalunya entera, y nosotros tenemos que poder liderar esta revolución tecnológica que viene".

Finalmente, una declaración de intenciones: "Queremos construir un país que sea capaz de generar capacidad económica por todas partes. No quiero un país vacío, quiero un país vivo, lleno de actividad y de gente que pueda sacar adelante su proyecto de vida personal y profesional, y por eso necesitamos a un modelo sostenible".