El Banco Santander obtuvo un beneficio neto de 3.732 millones de euros en los nueve primeros meses del año, el 35 % menos que un año antes, tras dotar 2.448 millones, principalmente, por el ajuste del fondo de comercio de Reino Unido, debido al Brexit.

Esta dotación de 2.448 millones, además de incluir el impacto por el ajuste del fondo de comercio de Reino Unido (1.491 millones), incorpora también una provisión adicional por los seguros de protección de pagos (PPI) también en el Reino Unido (103 millones), y otros cargos (40 millones de euros).

A esta cantidad también se suman los cargos por valor de 814 millones anunciados en el primer semestre, principalmente por costes de reestructuración en España y Reino Unido.

El pasado 24 de septiembre Santander ya anunció que asumía un deterioro de 1.500 millones de euros en el fondo de comercio de su filial británica, Santander UK, como consecuencia de la presión regulatoria, la mayor competencia y la incertidumbre sobre el impacto en la economía por el Brexit.

Como consecuencia de los cargos asumidos en el tercer trimestre (1.634 millones), el beneficio neto entre julio y septiembre cayó un 75 %, hasta 501 millones.

No obstante, y según ha explicado Santander en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), si se excluyen todos los cargos asumidos durante el año, el beneficio neto hasta septiembre alcanza 6.180 millones de euros, un 2 % más.

Asimismo, Santander ha explicado que pese a estas dotaciones, el beneficio ordinario se situó en 2.135 millones en el tercer trimestre.

Esto supone el mayor beneficio ordinario desde hace casi una década, tal y como ha destacado la presidenta del Santander, Ana Botín, que se ha mostrado confianza en alcanzar los objetivos marcados a medio plazo, incluido la rentabilidad ordinaria sobre el capital tangible o ROTE de entre el 13 % y el 15 %.