La alianza entre Renault, Nissan y Mitsubishi ha anunciado este miércoles que se repartirá zonas geográficas de influencia y el liderazgo en determinados segmentos del mercado y tipo de vehículo para reducir en un 40% sus costes. La decisión implica que la francesa Renault sea la encargada del negocio en Europa, cosa que no aclara todavía qué pasará con las plantas de Nissan en Barcelona y aumenta las dudas sobre su futuro.

Nissan pretende centrarse en el negocio en China, Norteamérica y Japón, mientras que Mitsubishi liderará la alianza en el sureste asiático y Oceanía. Las tres empresas prevén que este sistema implique que cerca del 50% de los modelos de la Alianza sean desarrollados y producidos por el líder de cada zona en el 2025.

 

La Alianza entre Renault, Nissan y Mitsubishi ha acordado definir diferentes partes del mundo como "regiones de referencia" para cada empresa, con el objetivo de ser "entre los más competitivos", según han indicado en un comunicado.

Con cada automovilística como referente en su región, se repartirán también segmentos de negocio. Así, Nissan liderará la renovación de los totcamins C-SUV a partir del 2025, los de tamaño medio (Qashqai), mientras que la renovación del segmento de totcamins B en Europa, los pequeños, lo llevará Renault (Juke, Renault Captur). Eso implica que la planta de Nissan en Sunderland (Reino Unido), que produce precisamente el Qashqai y el Juke, tiene mejores perspectivas de futuro que la de Barcelona, que está con una producción actualmente muy baja y centrada en al furgoneta eléctrica. Renault también tiene fábricas en España: en Palencia, Valladolid y Sevilla.

Y es que la Alianza también se reparte el desarrollo de plataformas o nuevos sistemas, destinando por ejemplo a Nissan los vehículos autónomos. Renault liderará las tecnologías de coches conectados basados en la plataforma Android y Nissan lo hará en China, mientras que la francesa también se quedará con el negocio de la arquitectura central del coche eléctrico.