Hasta una decena de novios ha pedido esta semana la mano de la multinacional catalana Mediapro, una empresa audiovisual líder en Europa en producción de contenidos, administración de derechos deportivos (entre otros La Liga) y servicios técnicos. La chispa de este movimiento es la decisión de Torreal-WPP, el brazo inversor de Juan Abelló, de poner en el mercado su 23,45% de Mediapro. La noticia ha sido confirmada a la agencia Reuters por dos fuentes conocedoras de la situación y El Nacional también lo ha podido ratificar.

Quien juega más fuerte en esta partida es el magnate de los media francés Vincent Bolloré, presidente de Vivendi, líder del sector audiovisual europeo. El coloso francés tiene intereses en contenidos (música, televisión, videojuegos y cine) y también en distribución y telecomunicaciones. Este jueves se supo que ya se ha hecho con un 20% de Mediaset, la principal compañía audiovisual italiana, propiedad de Silvio Berlusconi, que se opone a lo que juzga "una compra hostil".

Ahora quiere entrar en Mediapro. Fundada en 1994, factura 1.500 millones, en 2015 contabilizó 129 millones de beneficios y este año espera hacer 170 millones, tiene 33 sedes por todo el mundo y da trabajo a 4.300 trabajadores. Los socios de referencia son Tatxo Benet, Jaume Roures y Gerard Romy (dueños del 33,2% del grupo). Los otros dos grandes accionistas son WPP-Torreal (23,45%) y la mexicana Televisa (19,89%).

Inversores chinos

El resto de los ofertantes son una serie de inversores chinos y norteamericanos. Mediapro no quiso confirmar o desmentir las ofertas.

Entre las ofertas figuran las chinas Alibaba, Alisports, Citic Private Equity Funds, Dalian Wanda (propietaria del 20% del Atlético de Madrid), la norteamericana Liberty Media el fondo de capital privado Advent, según Reuters. Una portavoz de Alisports negó que hubieran presentado ninguna propuesta.

El principal activo de Mediapro son los derechos deportivos, singularmente los de La Liga, conseguidos tras una larga y dura batalla con Plisa. Para Reuters, el acuerdo podría valorar la compañía catalana en más de 2.500 millones de euros, dos veces más que cualquier otra empresa europea de derechos deportivos nunca negociada.

Los pretendientes de Mediapro han enviado sus propuestas por un máximo del 51% de la compañía a los asesores de la productora, los bancos Citigroup y Lazard. Los bancos han dicho que prefieren dos tipos de ofertas, una por el 30% de la empresa y otra para el 51% para que los actual accionistas puedan evaluar la prima que están dispuestos a pagar para tomar el control de la empresa.

Fuentes conocedoras de la operación han explicado a El Nacional que Benet, Roures y Romy "están muy bien como están", aunque tanto ellos como Televisa podrían ceder una participación pequeña para permitir al comprador el control de la empresa en función de la mencionada prima.

Las tendencias

La carrera por Mediapro, explica la agencia británica, resume las tendencias actuales de la industria de los medios de comunicación: los acaudalados inversores chinos compran deportes y entretenimiento (desde televisiones y productoras a equipos de fútbol) fuera de sus fronteras, mientras que los gigantes europeos y norteamericanos son medios de comunicación en busca de más contenido.

El futuro de estas empresas pasa para dejar de tratar la tele como un electrodoméstico y enfocarse a "hacer llegar contenidos al público, que puede recibirlos por multitud de plataformas. Las plataformas se han multiplicado e incluyen Twitter, Facebook Live, Snapchat...", explicaba el mismo Tatxo Benet, socio gestor de Mediapro. "Nosotros no hacemos tele, hacemos contenidos". El volumen del mercado es muy goloso. Sólo en 2017 y en EE.UU., las grandes plataformas audiovisuales invertirán en contenidos unos 30.000 millones de dólares.