El ministro de Economía y Competitividad en funciones, Luis De Guindos, ha sacado a la luz su nuevo libro: España amenazada. Amenazada principalmente por una crisis económica "sin precedentes" que un poco más y le cuesta el rescate. A lo largo de su relato, De Guindos habla de "un verdadero calvario para España" durante el 2012 en el que estuvo "cerca de la hoguera" y no conseguía "conciliar el sueño, sobre todo cuando tenía una subasta del Tesoro al día siguiente". Contexto que le sirve para alabar "la cabeza fría" del presidente también en funciones, Mariano Rajoy, su pragmatismo y el "no dejarse influir" por intereses particulares o lobbies.

También recuerda la "gélida" rueda de prensa tras el Consejo de Ministros de diciembre del 2011, en la que Rajoy defendió la apuesta del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, por el IRPF en lugar de la suya por el IVA, o el famoso gesto en el que el entonces presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, le agarraba del cuello con ambas manos. Una imagen que vale más que mil palabras y que más allá de haber sido "portada de la prensa en medio mundo" suponía un símbolo de los ajustes que Europa quería para España. También recuerda a Rodrigo Rato y su particular acceso a la presidencia de Caja Madrid en enero del 2010 tras una "dura batalla interna dentro del PP" así como el escándalo de las "tarjetas black" sobre el que asegura que nunca ha tenido un "dilema moral". 

"Abonar el terreno para los independentistas"

Pero por encima de todo, procura no olvidarse de Catalunya y más concretamente de la Generalitat en un capítulo titulado "El rescate de las comunidades". Pongámonos en contexto. Año 2012, gobierna CiU liderada por el president Artur Mas. La situación en España es de "plena tormenta financiera" y el Govern le lanza un planteamiento insinuador: "Dejar de hacer frente a los pagos es abonar el terreno para los independentistas". O lo que es lo mismo, más descontento social implica más independentistas.

Más concretamente, Catalunya era protagonista de uno "de los momentos más delicados en la implantación del FLA". Frente a frente con un vencimiento en el mercado de capitales a la vuelta de la esquina, se pidió un anticipo al Tesoro que fue concedido. Pero por "sorpresa" de De Guindos, un día antes de efectuar el pago, el Govern informó al Ejecutivo central que todavía se contemplaba un impago de los vencimientos debido a otras prioridades. Según la Generalitat, pagar a las farmacias o a las entidades de servicios sociales, mientras que según De Guindos, se trataba de hacer un "default" o quiebra por razones meramente políticas. Y finalmente, el asunto se resolvió "gracias al sentido común que, con bastante dificultad a veces, suele casi siempre abrirse paso". 

El "dialogante" Mas-Colell

Un sentido común que más allá del "ruido político", no escaseó en los puentes de diálogos permanentemente establecidos con el exconseller d'Economia, Andreu Mas-Colell. Se refiere a él como "una persona dialogante y con profundos conocimientos, lo que facilita mucho las cosas". Asegura también haber trabajado de forma solidaria con Catalunya. "Le podríamos haber vuelto la espalda por la deriva independentista, como algunos aún exigen. Creo que habría sido un desastre en términos financieros, se nos habría vuelto como un boomerang", añade. 

Y a media espalda, recuerda que Catalunya ha absorbido el 33% de los fondos de financiación de las comunidades en los cuatro años de legislatura, hasta un total de 46.400 millones. "El mayor rescate por tamaño y por riesgo", concluye.