El Gremi d’Hotels de Barcelona ha presentado esta mañana los datos de cierre del año 2017 del sector hotelero en la capital catalana. Se ha puesto de manifiesto el descenso de turistas en Barcelona, que el presidente del gremio, Jordi Clos, ha atribuido a los atentados de La Rambla de Barcelona y la situación política. 

El presidente del Gremi d’Hotels, Jordi Clos, ha tachado el ejercicio de "singular, que se ha dividido en dos bloques, el primer semestre donde se han alcanzado unos resultados muy buenos y el segundo semestre con unas cifras de ocupación mucho más bajas motivadas por diferentes aspectos”.

Un año "singular" para el turismo

Clos ha atribuido el descenso en este segundo semestre a distintos factores, como las huelgas en el aeropuerto del Prat, los ataques a infraestructuras turísticas, los atentados del 17 de agosto en La Rambla de Barcelona y Cambrils, y la situación de incertidumbre que se vive en Catalunya desde el 1 de octubre. Para el presidente del Gremi d’Hotels ”la trayectoria positiva alcanzada hasta el mes de julio ha compensado el descenso que se ha producido en los últimos meses del año”.

En cifras

La ocupación en los hoteles de Barcelona durante el 2017 se ha situado en un 80%, la misma cifra registrada en 2016. El precio medio se ha cerrado en 138 euros, cifra que representa 7,5 euros más que durante el año 2016. La facturación ha obtenido un crecimiento del 6%, pero se ha visto afectada por las importantes caídas de los últimos meses, que han sido alrededor del 15% en los meses de octubre y noviembre y del 25% en diciembre.

En el caso de los hoteles de 5 estrellas, la facturación durante el mes de diciembre ha sufrido un descenso del 35%. Los mercados de origen más afectados han sido el doméstico, el anglosajón y el visitante americano.

El Gremi pide medidas a las administraciones

En este sentido, Clos ha pedido de manera rotunda a los representantes del gobierno municipal del Ayuntamiento de Barcelona que cambien su posicionamiento sobre la actividad turística en la ciudad con el objetivo de seguir garantizando la estabilidad económica de la capital catalana.

Para Clos hay que encontrar un punto de equilibrio  para garantizar  la convivencia entre los ciudadanos de Barcelona y los turistas que eligen nuestra ciudad como destino turístico. 

Ante este escenario, Clos ha reclamado a las administraciones la puesta en marcha de medidas dirigidas a relanzar la marca Barcelona y que permitan recuperar la confianza en el destino. “Creemos que tienen que utilizarse los recursos especialmente reservados con esta finalidad, como el impuesto turístico, y tienen que duplicarse los esfuerzos en promoción destinados hasta ahora”, ha subrayado.

Son medidas que ayudarían a revertir el escenario que se dibuja de cara al 2018 por lo que hace referencia a las previsiones de ocupación en los hoteles de Barcelona. “Hemos tenido un enero que ha funcionado igual al del año pasado. Entraremos al mes de febrero en negativo salvo los días del MWC y, en los meses de marzo y abril están muy afectadas las reservas on the books, especialmente en el turismo de negocio”.