La patronal Foment del Treball ha impulsado una campaña contra el incremento de impuestos en Catalunya, ya que denuncia que la fiscalidad de los catalanes "es casi un 20% superior a la del resto de ciudadanos del Estado". En un comunicado, ha añadido que esta fiscalidad ha crecido un 48% en el periodo 2014-2018, "muy por encima de su crecimiento económico". La patronal de Josep Sánchez Llibre ha puesto como ejemplo el incremento de la tasa turística, el alza del 25% del impuesto de bebidas azucaradas, la creciente fiscalidad en los vehículos de combustión, la subida del IRPF y el impuesto de sucesiones. Bajo el lema, 'Por una fiscalidad de progreso', Foment incluye 12 propuestas como la supresión del impuesto de patrimonio, rebajar el IRPF, reducir cotizaciones sociales y no impulsar más nuevos tributos, entre otros.
También propone un plan estratégico por parar el fraude fiscal, recuperar los incentivos al ahorro a largo plazo, reducir el tipo de sucesiones y donaciones, cambiar el impuesto de sociedades estableciendo un tipo más reducido (15%) para las pymes y para los beneficios no distribuidos. En el campo de la vivienda, la patronal propone reducir el impuesto sobre transmisiones patrimoniales y el de actos jurídicos documentados. Por último, apuesta por eliminar el tratamiento de no residentes para atraer talento de fuera, bajar el IVA reducido y superreducido de las actividades básicas e implantar un régimen fiscal económico como zonas especiales en los territorios menos poblados.
La patronal ha publicado un manifiesto sobre la campaña donde asegura que entre 2014 y 2018 Catalunya ha incrementado un 17% su PIB pero la recaudación fiscal lo ha hecho un 48%. Añade que en un contexto de insuficiente financiación autonómica, la Generalitat ha subido impuestos y ha creado nuevos tributos "inexistentes en otras economías de similar dimensión".
Al mismo tiempo, ha asegurado que "la alta presión fiscal proyecta una imagen de Catalunya disuasiva para la inversión y la retención de talento" y ha lamentado que la propuesta de presupuestos de la Generalitat "lejos de proponer un giro, promueve una fiscalidad que castiga en empresas y ciudadanos".