"Con todo el respeto que le tengo al vicepresidente de la Generalitat y conseller de Economía, Pere Aragonès, desde Foment le decimos: ¡Basta ya de subir impuestos a los ciudadanos de Catalunya! Tolerancia fiscal 0 y que todo el mundo pague lo que le corresponde!". Así lo ha clamado el presidente de la patronal Foment del Treball Josep Sánchez Llibre durante su discurso ante la Asamblea General de Fomento, en el que ha alertado de que la batería de medidas fiscales que se han incluido en la ley de acompañamiento de los presupuestos para el 2020 hará que la presión fiscal sea "insoportable" en Catalunya.

Así, ha aseverado que "no puede ser que la única manera que se les ocurre a los gobiernos —tanto catalán como español— cuando necesitan dinero es subir impuestos y hacer pagar siempre al tejido productivo". La queja proviene del acuerdo de los ingresos para los presupuestos de la Generalitat en que ERC y Comuns pactaron el aumento de varios impuestos como el de sucesiones o el de patrimonio y la creación de alguno nuevo. "Desde Fomento consideramos que los catalanes no podemos soportar más presión fiscal y nos posicionamos radicalmente en contra de este aumento", ha lanzado el presidente de la patronal, que ha pedido a Aragonès que "corrija" esta reforma fiscal.

Después de denunciar que las diferencias de presión fiscal entre Catalunya y la Comunidad de Madrid cada vez son "más importantes y abismales", Sánchez Llibre ha asegurado que los catalanes pagan más de un 10,39% de IRPF que los madrileños, y ha recordado que los madrileños no pagan sucesiones y donaciones, mientras que en Catalunya se subirá ahora este último impuesto.

Asimismo, Foment ha emplazado al Govern y al conjunto de las administraciones a analizar "si hay que reestructurar seriamente nuestras administraciones públicas, todas, y analizar si están o no sobredimensionadas, y actuar en consecuencia".

El malestar de Fomento, patronal que forma parte de la CEOE, con la subida de impuestos pactada entre el Govern y los comuns también se aprecia en el voto particular que esta organización ha hecho al dictamen emitido por el Consejo de Trabajo, Económico y Social de Catalunya (CTESC) en relación al anteproyecto de ley de medidas fiscales y financieras de la Generalitat para el 2020.

En este texto, Fomento pide a la Generalitat suprimir la nueva escalera del tramo autonómico de la IRPF, en la que se aumenta la carga fiscal a las rentas superiores a los 90.000 euros anuales, con el argumento que esta subida del IRPF "provoca un aumento de la carga impositiva sobre la clase media".

La legislatura del "consenso y el diálogo"

El discurso de Sánchez Llibre ha empezado con una felicitación al nuevo Gobierno, que ha tomado posesión hoy y ha pedido que esta legislatura que empieza sea, en las materias económicas, laborales y sociales, la "del consenso, el diálogo y la concertación con los agentes sociales y económicos".

En este sentido, pues, "hay que establecer mecanismos para mejorar los salarios, sin frenar el crecimiento de las empresas, y hay que fomentar las inversiones empresariales, porque es la única manera de poder redistribuir la renta en el seno de la sociedad", ha defendido.

Ha sostenido que con la conversación del jueves pasado entre el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Quim Torra, se inicia una etapa con diálogo institucional que, a su entender, "es la manera de identificar, orientar y resolver los problemas políticos".

Finalmente, ha deseado que el diálogo rebaje la tensión, y ha advertido que habrá que establecer el máximo consenso en el Parlament de Catalunya y en el Congreso de los Diputados para que los frutos de este diálogo sean compartidos por la sociedad "con la máxima amplitud política que sea posible".

Aragonès replica

Por su parte, el vicepresidente Pere Aragonès ha decidido replicar la crítica del presidente de Fomento a través de las redes sociales y ha afirmado que "el combate contra la desigualdad no puede ser sólo de palabra" si no que hacen falta "hechos". En este sentido, ha apostado por una fiscalidad "más justa y progresiva", lo que asegura que sólo se consigue subiendo los impuestos a quien "más gana" y disminuyendo "la presión a los colectivos más vulnerables".