Con 17 años, no tiene edad para conducir pero sí para tener una empresa. Ricard Guillem fundó Cafler con sólo 16 años. Se trata de una startup que se dedica a hacer ganar tiempo a aquellos usuarios que tienen coche y moto: puedes pedir que alguien te venga a recoger tu vehículo para que vaya a pasar la ITV, o bien para que lo limpien o le pongan gasolina. La empresa emergente ha participado esta semana en el Mobile World Congress de Barcelona, y Guillem ha atendido a ElNacional.cat, para explicar los detalles sobre cómo se ha fundado y cómo evoluciona esta empresa emergente. En esta entrevista, admite tener claro que hay que rodearse de un equipo sénior cuando se es tan joven, y explica que desde bien pequeño que le gusta "identificar problemas" y encontrar soluciones digitales.

Equipo Cafler

El equipo de Cafler, con Ricard Guillem e Íñigo Diego, los cofundadores

¿Qué ofrece Cafler?

Un servicio en el cual el usuario de un vehículo puede pedir cualquier gestión que no quiera hacer, como por ejemplo lavar el coche, poner gasolina o pasar la ITV. Un profesional llega al sitio que tú le indiques, coge el coche, hace el servicio y te lo devuelve. La idea es que la gente deje de perder tiempo en cuestiones que no tienen valor añadido, y que estas cuestiones se puedan delegar.

¿Desde cuándo ofrecéis todas estas funcionalidades? Todo empezó con solo la ITV.

Empezamos ofreciendo solo el servicio de ITV en julio del 2021, y a finales de enero sacamos una nueva versión de la plataforma que ya incluye de todo: lavado, taller, gasolina... Aunque iremos incluyendo más cosas en el corto plazo.

¿Os estrenasteis en julio, entonces?

Sí, en julio empezó todo. Hace nada empezamos en Barcelona con el servicio de ITV y pocos meses después ya sumamos más de 10.000 servicios. Hemos abierto en 25 ciudades españolas y ahora ya estamos en París. También abriremos en Londres, Berlín y Milán.

Os expandís territorialmente. ¿También como negocio? ¿Pensáis ir más allá del vehículo?

Hoy por hoy nos centramos sobre todo en la vida del vehículo. Estamos haciendo motos también, pero fuera del vehículo todavía no lo tenemos claro. De momento nos centramos en el usuario y el vehículo.

¿Cuál es el organigrama en la empresa?

Ahora mismo somos cerca de 50 personas en el equipo. Somos dos fundadores, Íñigo Diego y yo. Íñigo ha estado en el mundo de la automoción anteriormente, y él es quien lleva la parte de la ejecución; mientras que yo me encargo de la estrategia y la recogida de fondos. Tenemos jefes de departamento y especialistas. Tenemos una parte muy grande de ingenieros, así como parte de ventas y de marketing.

Eres muy joven. ¿Con cuántos años empezaste el proyecto?

Con 16 años. Ahora tengo 17.

¿Cómo lo vives esto?

Ha quedado ya como una anécdota. Toda mi vida he sido un friqui de mirar a mi alrededor, identificar problemas e intentar encontrar soluciones de una manera que impacte. Es lo que me ha gustado hacer toda la vida. Siempre he estado muy relacionado con el mundo de la innovación. Pero la edad es solo un número. La clave es rodearse de un equipo sénior.

¿Siempre habías pensado en la idea de ser empresario?

Siempre me ha atraído la idea de resolver problemas con la tecnología, sí.

¿Lo has mamado en casa?

Sí, lo vi mucho en la escuela, pero también en casa, ya que mi padre ha dirigido alguna empresa emergente.

Dicen que cuando triunfas joven cuesta mucho no convertirse en un imbécil.

En la compañía siempre decimos una frase que me la aplico también en el ámbito personal: "Si ya lo hemos hecho todo, todavía no hemos hecho nada". Hemos sacado un producto bueno, pero todavía no hemos hecho nada en comparación con todo lo que podemos hacer. Es importante estar contento, pero también saber que no es nada en comparación con lo que la compañía y yo podemos conseguir.

Habéis obtenido ya 800.000 euros de financiación. Es una cifra que impresiona.

Es fundamental gestionarlo con los pies en el suelo y con una visión muy clara.

¿Estudias?

Sí y no. Tengo orientadores, entrenadores y de todo, pero no tengo un paraguas académico institucional, no.

O sea que has tenido que dejar el Bachillerato.

Efectivamente. El bachillerato no me aportaba lo que necesitaba. Compaginé los estudios de primer curso con el trabajo, pero llegó un momento en el cual ya no era viable. Lo dejé y me puse con cursos específicos, que se pueden adecuar mejor a lo que estoy haciendo.

¿Generáis beneficios?

Todavía estamos en una etapa de crecimiento. Ya hemos validado un modelo rentable, pero con un crecimiento como el que estamos apostando todavía no tenemos la intención de tener un beneficio inminente. No lo queremos a corto plazo.