El paquete de medidas económicas que anunció ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para hacer frente a la crisis del coronavirus ha dejado muchas dudas entre el empresariado. Las principales críticas son "la falta de concreción" en mucha ámbitos y también la "falta de contundencia", qué comparado con otros países deja mucho a desear. El presidente de la Cámara de Barcelona, Joan Canadell, considera que "falta concreción en varios aspectos" y reclama también "un pacto social como en Dinamarca" para los ERTE.

De entrada, según la Cámara, habría que profundizar en las ayudas reales que Sánchez anunció a los autónomos, ya que levanta muchas dudas. También habría que mencionar "los mecanismos para hacer llegar la liquidez" que el Gobierno aseguró a las pymes y autónomos a través de una línea de aval de 100.000 millones de euros, ya que no queda claro cómo y cuándo se recibirán.

Al mismo tiempo, según Canadell, faltaría impulsar medidas más concretas sobre todo con respecto a los sectores que se están viendo más afectados por la crisis de la pandemia, como son el turismo, el comercio, las aerolíneas, la restauración...

Finalmente, Canadell se pregunta: ¿"Qué exigencias habrá con los bancos para que se canalicen los créditos sin problemas"? Muchas dudas y poca concreción.

El modelo danés y los ERTE

El paquete de medidas económicas de Sánchez incluye también la agilización para presentar ERE temporales (ERTE), tal como han reclamado repetidamente las principales patronales españolas. De esta manera, será el Estado quien abone los sueldos y las cotizaciones, y también las prestaciones de desempleo. Se trata de una medida para evitar despidos definitivos. En palabras de Sánchez, pide a las empresas que "no despidáis a los trabajadores porque esta crisis es temporal".

Pero no todo el mundo ve positiva esta medida. Hay otros países que han enfocado el problema a través de un pacto social, como es el caso de Dinamarca, que ha llegado a un acuerdo entre el gobierno, las empresas y los trabajadores para sufragar los salarios de aquellos que no podrán hacer su trabajo. Canadell reclama un pacto social de estas características, a la vez que considera que que "también faltan medidas para las micros y pequeñas como la suspensión del pago de facturas de alquiler, luz, agua..." como han hecho en otros países como Francia.

El danés es también el ejemplo que toma el economista Xavier Sala-i-Martín para dar una idea de cómo se podría hacer: el 75% del salario lo paga el estado, el 25% las empresas y los trabajadores sacrifican cinco días de vacaciones. A cambio, las empresas se comprometen a no despedir a nadie y todo el mundo podrá reanudar su puesto de trabajo cuando acabe la pandemia.