La crisis de la pandemia ha dejado el tejido empresarial muy tocado y las nuevas previsiones de la Cambra de Comerç de Barcelona sitúa que el PIB catalán caerá este año entre un 7,3% y un 10,1%. Al mismo tiempo, el presidente de la Cámara, Joan Canadell, ha planteado que España pida un rescate en Europa para hacer frente a la crisis del coronavirus, cosa que permitiría que "Europa controlara que se hace una inversión bien distribuida".

En una rueda de prensa telemática esta mañana, Canadell ha considerado "claramente insuficiente" el fondo Covid no reembolsable de 16.000 millones de euros que el Estado destinará a las comunidades para paliar los efectos de la crisis, aunque todavía no se conoce la parte que tocará a Catalunya. En este sentido, Canadell considera que este fondo tendría que ser de entre 50.000 y 60.000 millones de euros "o incluso más", ha explicado.

Según el presidente cameral, la deuda pública podría superar ampliamente el 100%, llegando incluso al 110%. "Es probable superar el 110% de deuda pública sobre el PIB. En una situación normal eso sería alarmante, pero ahora no tenemos más remedio que hacerlo", ha lamentado. En este sentido, según Canadell, eso podría llegar a suponer que España tenga que pedir un rescate en Europa y "eso no nos tendría que dar miedo".

Además, ha explicado que de esta manera se podría controlar que se invierte en lo que es realmente necesario y "evitaríamos que pase lo mismo que con el Plan E de Zapatero". Así pues, ha explicado, "no queremos aeropuertos ni autovías que no sean competitivos. Esta intervención sería buena para que Europa controlara una inversión competitiva y bien distribuida".

Nuevas previsiones para el PIB catalán

"Los datos que damos hoy son los más duros desde hace décadas", ha alertado al presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Joan Canadell. Según las previsiones de la Cámara, el PIB de Catalunya en el 2020 caerá entre un 7,3% y un 10,1% en función de "la eficacia y eficiencia" de las políticas públicas, según ha asegurado el director del Gabinete de Estudios de la Cámara, Joan Ramon Rovira. Además, la tasa de paro se situará entre el 15% y el 17% este año. Con todo, sin embargo, aseguran que "el coronavirus hará caer más la economía catalana que la media de la Zona Euro, pero menos que la española", que según la Cámara se verá más mermada.

Con respecto al mercado de trabajo, estima que el empleo puede caer entre un 5% y un 7%, un descenso que se traduce en más de 200.000 puestos de trabajo y que según Rovira podría haber sido más importando si no se hubieran puesto en marcha los ERTE por causa de fuerza mayor.

"Es una situación dramática e ilustra como de dura puede ser esta crisis. Detrás de la caída del PIB vendrá una crisis social que será muy importante y delante de eso hacen falta medidas excepcionales", ha asegurado Canadell. Por sectores, la rama del comercio, el transporte y la hostelería --con un peso del 23% en el PIB- puede caer este año hasta un 20%; las actividades culturales y recreativas un 25%; el conjunto de los servicios experimentará un descenso del 8,1%; la industria del 5,1%, y la construcción del 6,4%.

Rovira ha matizado que estas previsiones están calculadas en el marco de un elevado grado de incertidumbre delante de posibles retoños o el descubrimiento de una vacuna, por ejemplo.

El número de empresas se ha reducido un 8,5% en marzo, es decir, un total de 22.006, de las cuales un 87% tienen entre uno y cinco trabajadores y cerca de un 80% forman parte del sector servicios.

Con respecto a la destrucción de empleo, se perdieron 130.500 puestos de trabajo en en marzo, y los sectores de la hostelería (21%), actividades administrativas (20%), la cultura (5%) y la construcción (13%) fueron los más afectados, unas cifras a las cuales se suman los más de 700.000 trabajadores afectados por ERTE.

A pesar de todo eso, Rovira ha defendido que Catalunya cuenta con fortalezas para salir de la crisis como su industria diversificada, su elevada tasa de teletrabajo potencial y un mayor número de grandes empresas, mientras que por el contrario es más dependiente del turismo y de acontecimientos culturales.