El Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) ha vuelto a aprobar este miércoles, con la ausencia de Catalunya, que no ha asistido a la reunión, otorgar a las comunidades autónomas un mayor margen de déficit y de deuda para los próximos ejercicios, después de la reunión telemática mantenida por los representantes de las administraciones autonómicas y las ministras de Hacienda, María Jesús Montero, y de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet.

El nivel de estabilidad propuesto por el Gobierno ha sido el mismo que trajo el CPFF del pasado mes de julio, el cual eleva dos décimas el déficit público para el 2019, del 0,1% vigente al 0,3%, y fijando como objetivos el 0,1% en el 2020 y el cero déficit en 2021. por otra parte, los objetivos de deuda pública del conjunto de las comunidades autónomas para el trienio 2019-2021 son del 23,7% para 2019, el 23% para el 2020 y 22,2% para 2021.

Esta propuesta ha vuelto a contar con la oposición de las cinco comunidades gobernadas por el PP, además del Canarias, mientras que a favor han votado la Administración central, que también emite su voto, Cantabria y las siete comunidades socialistas, incluida la Comunidad Valenciana.

El Ejecutivo gobernado por Ximo Puig, en coalición con Compromiso, se ha movido desde la abstención al apoyo después de llegar con el Gobierno un acuerdo que contempla medidas por 850 millones adicionales, incluyendo la asunción de la deuda del Consorcio Valencia 2007, de unos 350 millones, por parte del Estado.

Nuevo acuerdo por rechazo del Congreso a julio

La reunión de este miércoles se produce por la necesidad del Gobierno de aprobar un nuevo camino de estabilidad presupuestaria, después del rechazo del Congreso el pasado mes de julio en el camino propuesta, exactamente la misma que ha fijado este miércoles con las comunidades.

Según la Ley de Estabilidad Presupuestaria, si el Congreso o el Senado rechazan estos objetivos de déficit, deuda y regla de gasto, el Gobierno cuenta con un plazo de un mes para volver a aprobar estos objetivos, que se tienen que someter de nuevo a votación en ambas cámaras.

A partir de ahora, el Gobierno aprobará el nuevo camino de estabilidad presupuestaria, previsiblemente el viernes en el Consejo de Ministros, incluido el límite de gasto no financiero, en el conocido acuerdo de techo de gasto. Este tendrá que trasladarse nuevamente a las Cortes Generales para su debate y posterior votación de los objetivos de estabilidad.

Los apoyos

El pasado mes de julio el gobierno de Pedro Sánchez obtuvo únicamente el apoyo de su partido, el PSOE, y del PNV. Por el contrario, PP, Ciudadanos, UPN, Foro Asturias, EH-Bildu y Coalición Canaria los rechazaron, mientras que Units Podem, Esquerra Republicana, PDeCAT, Compromiso y Nueva Canarias, todas ellas formaciones que hicieron subir a Pedro Sánchez en La Moncloa en la moción de censura contra Mariano Rajoy, optaron por abstenerse.

A partir de ahora, el Gobierno intentará convencer a sus socios de investidura. Primero, el Ejecutivo buscará el apoyo de Unidos Podemos, formación con la cual esperan reunirse este mismo miércoles para negociar su apoyo al techo de gasto. Todo eso después de que la coalición de izquierdas manifestara este lunes que "difícilmente" podrían llegar a un acuerdo después del rechazo explícito del Gobierno de Sánchez a renegociar el camino de reducción de déficit con la Comisión Europea o derogar la Ley de estabilidad presupuestaria.

Por otra parte, el cambio de posición del Ejecutivo valenciano puede provocar un nuevo apoyo al Gobierno, ya que en julio Compromiso vinculó la abstención de sus cuatro diputados en el sentido del voto del gobierno regional, del cual forman parte.

En todo caso, aun viendo aprobados estos objetivos en el Congreso, el Gobierno sigue estando en manos del PP para que puedan servir de base para la elaboración de unos nuevos presupuestos generales del Estado. Y es que también tienen que ser votados en el Senado, donde los populares disfrutan de una cómoda mayoría absoluta.