El sistema de financiación de la Cambra de Comerç de Barcelona es complejo. De los 18 millones de euros anuales que tiene de presupuesto, cerca de 1,1 millones provienen de las 14 empresas que hacen la mayor aportación económica, también llamadas 'sillas de plata'. Se trata de 14 grandes empresas ―supuestamente escogidas en función de su oferta de aportación económica― que por el hecho de abonar un mínimo de 75.000 euros anuales, tienen un lugar en el pleno de la institución, con derecho al voto. Actualmente estas empresas son CaixaBank, Criteria Caixa, Naturgy, Abertis, Agbar, Banc Sabadell, Banco Mediolanum, Indra, Deloitte, PwC, Hotels Catalonia, Damm, RACC y Magma Disseny. ¿Pero cómo se escogen estas empresas?

De entre todas ellas, conocidas por ser grandes compañías con una alta facturación, despunta el nombre de una desconocida: Magma Disseny. Una empresa que, según ha podido saber ElNacional.cat, todavía no ha abonado la cantidad de los 75.000 euros y tampoco no ha recogido la credencial para formar parte del pleno. Su presidente y representante en la Cambra, Toni Clariana, no se presentó el 17 de junio en la Casa de la Llotja, día en que se constituía el pleno cameral y que se ratificaba Joan Canadell como el nuevo presidente, en relevo de Miquel Valls.

El resto de empresas han abonado el dinero y han recogido el acta, exceptuando la citada, si bien todavía tiene de plazo hasta el 9 de julio para hacer el paso de pagar la cantidad y utilizar la silla, pero fuentes de este medio aseguran que no lo hará. Según fuentes de la Cambra, "no ha dado ninguna explicación a la institución, pero hasta el día 9 de julio no se le puede exigir nada". Hay que decir, sin embargo, que esta empresa, dedicada a proyectos de diseño multidisciplinares, tiene una facturación de 323.000 euros anuales ―en cifras del 2016― y unos beneficios de 258 euros; un balance lejos de llegar al de las otras 13 empresas, y que difícilmente podría abonar 75.000 euros anuales "de manera voluntaria", que es el objetivo inicial del método.

Es por este motivo que varias fuentes próximas a las elecciones camerales aseguran que "probablemente ya no pagarán y dejarán la silla vacante". ¿Pero pueden no pagar cuando ya tienen un compromiso con la Cambra? "No nos extrañaría que se declararan insolventes", explican las fuentes, "de manera que se evitarían cualquier imposición que la Cambra pudiera poner". Al mismo tiempo, fuentes próximas a la antigua Cambra de Miquel Valls vinculan Clariana con el equipo del excandidato a la Cambra, Carles Tusquets, y su jefe de campaña, Pau Herrera. "Se querían asegurar una silla más de entre las 14 y tiraron por aquí, pero como no les ha salido bien la jugada, ahora Magma no puede pagarlo", dicen los críticos.

De hecho, Pau Herrera es el presidente de la comisión ejecutiva del Centro de Diseño de Barcelona (CDB), donde también está el secretario general de la Cambra, Xavier Carbonell, en representación de la institución, y donde Toni Clariana es vocal. Tusquets, Herrera y su equipo son los mismos que han emprendido acciones legales contra la Conselleria d'Empresa y las empresas que se encargaban del voto electrónico para las elecciones de la Cambra, y los mismos que intentaron parar el pleno constituyente del pasado 17 de junio.

Finalmente, en caso de que Magma no acabe ocupando la silla, esta quedará vacante, y "probablemente se tendrá que abrir el proceso otra vez para que lo ocupe otra empresa", aseguran fuentes técnicas de la Cambra. "Dependerá de cómo lo quiera hacer el nuevo presidente", apuntan, pero los estatutos estipulan que el pleno lo conformen 60 miembros, no 59, explican.

La elección, "opaca"

El proceso de elección de estas 14 empresas es el siguiente: entre los días 12 y 25 de febrero las empresas que quisieran podían presentar una oferta de abono anual a la Cambra, en la que el mínimo era de 75.000 euros, según el acuerdo tomado por el comité ejecutivo de la Cambra en su sesión de 22 de enero de 2018. A partir de aquí, habiendo recibido todas las ofertas, la Cambra escogía las 14 que hubieran ofrecido más dinero.

Para presentarse en la Cambra como una de las 14 empresas de mayor aportación económica, la institución requiere presentar una manifestación de compromiso económico para todo el mandato y el modelo de poderes especiales firmados. Es cierto que el compromiso económico no requiere de aval.

Curiosamente, sólo se presentaron 14 empresas, justo el número de sillas a llenar, y todas con una aportación de 75.000 euros, ni más ni menos. "Los tratos con las 14 empresas los llevó Miquel Valls personalmente a puerta cerrada unos meses antes de las elecciones", apuntan fuentes del pleno de la antigua Cambra. "Siempre fue todo muy opaco y blindado, y aparte de él y su equipo, el resto no sabíamos nada, pero lo veíamos".

De hecho, la candidatura del financiero Carles Tusquets, presidente del Banco Mediolanum, fue tildada desde el primer momento de ser "la continuista". Tusquets aseguraba: "Yo de continuista no tengo nada, porque no he estado nunca en la Cambra", pero los más críticos con el banquero acusaban su campaña de estar "financiada por la Cambra de Valls". A estas acusaciones, el mismo Tusquets respondía en una entrevista en ElNacional.cat: "Esta campaña está financiada básicamente por mi bolsillo, y punto. La Cambra, ni un duro, y si alguien lo dice lo llevaré a penales, que eso es muy serio". Con todo, alguien lo dijo, sin ir más lejos, la candidatura de Enric Crous y José María Torres lo denunciaron públicamente en un acto de su campaña y no han ido a penales.

Ahora, meses después y habiéndose quedado con sólo 3 escaños del pleno cameral, cuando se postulaban como una de las candidaturas favoritas, van saliendo más cosas. Son la cara del establishment, que todavía no ha asumido la derrota y se niega a resignarse a una Cambra gobernada por una mayoría absoluta independentista. Todavía pendientes de cómo evolucionará el recurso de alzada impuesto y si finalmente se utilizarán medidas cautelares, la nueva Cambra y la Conselleria d'Empresa están tranquilos: "No creemos que todo eso llegue a algún sitio".