CaixaBank se acaba de adherir a la Alianza para la Contabilidad del Carbono en la Industria Financiera en su impulso constante para ser una de las empresas líderes en Europa en la lucha contra el cambio climático, tal como reconoció recientemente el Financial Times en su ránking Europe's Climate Leaders 2021.

Con la firma de este compromiso la entidad evaluará y divulgará las emisiones de gases de efecto invernadero vinculados a la cartera financiera, siguiendo la metodología PCAF. Por este motivo, CaixaBank se implica, en un plazo de 3 años desde la adhesión, a implementar esta nueva forma de medir a su actividad diaria.

La Alianza da apoyo técnico gratuito a la institución financiera para implementar la contabilidad GEI de préstamos e inversiones y facilita una guía orientativa de cara al reporte de las emisiones financiadas. Como firmante del NetZero Banking Alliance, el pasado mes de abril, CaixaBank se comprometió a cuantificar sus emisiones financiadas (S3C15) y establecer objetivos de neutralidad en carbono. Ahora, a través de esta vinculación, la entidad podrá dar respuesta a esta necesidad de publicación de métricas que tanto el ECB (Guía sobre riesgos relacionados con el clima y medioambientales) y los stakeholders demandan.

La unión en PCAF, liderada por el sector financiero, proporcionará un nuevo marco de medida de emisiones financiadas internacionalmente, aceptado globalmente, y supondrá la inclusión de CaixaBank a la lista 'Financial Institucions Taking Action', que identifica a las entidades que se han comprometido a medir y divulgar sus emisiones financiadas con el Estándar Global de PCAF.

Liderazgo a través de alianzas

CaixaBank viene ejerciendo desde hace tiempo un papel relevante en la lucha contra el cambio climático y en la transición hacia una economía sostenible, dado que su Plan de Banca Socialmente Responsable recoge cinco importantes principios de actuación que suponen una contribución directa a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

Prueba de eso es que la entidad financiera está adherida a los Principios de Ecuador y, además, en su marco de gestión del riesgo, tiene en cuenta el impacto ambiental. Asimismo, la entidad financiera está comprometida con el cumplimiento de los Acuerdos de París.

Concretamente, CaixaBank trabaja para minimizar el impacto ambiental de su actividad y, para eso, cuenta con un Plan de Gestión Medioambiental específico que incluye, entre otros, medidas de eficiencia energética y de reducción de consumos y de extensión del compromiso en la cadena de valor.

El año 2019 la entidad hizo pública una Declaración sobre el Cambio Climático, una propuesta con 5 líneas de actuación que incluye compromisos relacionados con la descarbonización: financiar las soluciones al cambio climático; gestionar los riesgos derivados del cambio climático; minimizar y compensar la huella de carbono; colaborar con otras organizaciones para el avance conjunto; e informar de los progresos de manera transparente.

Asimismo, el Consejo de Administración de CaixaBank aprobó, también en el 2019, una Política de Gestión de Riesgo Medioambiental en la cual se establecen exclusiones para sectores con potenciales impactos negativos al medio ambiente.

CaixaBank tiene en marcha una política activa de control de emisiones, que ha conseguido reducirlas en un 80% desde el 2009 y un 63% desde el 2015, muy por encima del objetivo establecido en el Plan Estratégico del Grupo, sin contar las emisiones de alcance 3. Contrata energía eléctrica proveniente íntegramente de fuentes renovables y compensa el 100% de todas sus emisiones calculadas, incluidas las emisiones indirectas, hecho que lo convirtió en el primer banco a conseguirlo.

La entidad también se ha sumado al Compromiso Colectivo para la Acción Climática de las Naciones Unidas, una declaración que se crea en el marco de los Principios de Banca Responsable para que el sector financiero movilice sus productos, servicios y relaciones para facilitar la transición económica hacia un modelo sostenible.

El compromiso pretende alinear a las carteras de entidades financieras de todo el mundo para financiar una economía baja en carbono, con el objetivo que el calentamiento global se mantenga por debajo de 1,5 grados centígrados. El banco fue la primera organización española incluida a la lista RE100, una iniciativa que pretende incrementar la demanda y el suministro de energías netas. Asimismo, forma parte del Grupo Español de Crecimiento Verde, que lucha por el crecimiento económico ligado a una economía baja en carbono.

Para la financiación de proyectos con impacto positivo, CaixaBank dispone de varias líneas específicas de financiación para proyectos sostenibles. La entidad movilizó en el 2020 más de 12.000 millones de euros en financiaciones sostenibles, con más de 2.000 millones de euros formalizados en financiaciones verdes y más de 3.000 millones formalizados en financiaciones ligadas a variables ESG, especialmente las de tipo medioambiental, como la reducción de emisiones o la eficiencia energética.

Además, CaixaBank ha participado en la emisión de 13 buenos verdes, sostenibles o sociales, con un importe global de 7.500 millones de euros. A finales del 2020, CaixaBank ha posicionado como el 5.º banco a nivel europeo y 9.º a nivel mundial en préstamos verdes y sostenibles en las League Tables Top Tier por volumen, según Refinitiv.

Hasta mayo del 2021, CaixaBank ha emitido siete bonos en apoyo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, y es el banco europeo con el volumen mayor de emisiones de crédito ESG en euros: cuatro buenos verdes y tres buenos sociales, por un valor total de 6.000 millones de euros y 500 millones de libras.