La Comisión Europea (CE) ha decidido retirar, al menos de momento, la amenaza de sancionar España con la congelación de los fondos estructurales y de inversión a pesar de sus incumplimientos con el déficit público. Tan sólo tres meses después de que Bruselas evitara poner a España una multa de 2.000 millones por el mismo motivo, esta vez el castigo habría impedido al Ejecutivo central encabezado por Mariano Rajoy cobrar unos 1.200 millones.

Más concretamente, la CE asegura que ha dejado "en suspenso" el procedimiento de déficit excesivo abierto contra España y Portugal, y que por eso "no habrá una propuesta" para congelar los fondos europeos. Al mismo tiempo, Bruselas también ha advertido que España, con las previsiones actuales, "no alcanzará ni el objetivo de déficit ni el esfuerzo fiscal recomendado".

Por su parte, el comisario francés de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, ha explicado que "eso son, obviamente, buenas noticias" remarcando que el principal objetivo de la Comisión es que "Europa ayude a salir de la crisis". Y en este sentido, "los fondos europeos tienen un rol importante para garantizar la inversión", ha añadido.

"En suspenso"

La legislación europea obligaba a la CE a proponer un castigo a España por su desvío del déficit del 2015, pero al dejar "en suspenso" el procedimiento de déficit excesivo, el ejecutivo comunitario evita hacer ahora la propuesta. Tanto el Parlamento Europeo como el gobierno español se habían mostrado en contra de la suspensión de los fondos, ya que consideraban que podía afectar negativamente al crecimiento económico.

"En el caso de España, concluimos que el borrador del plan presupuestario está en riesgo de no cumplir con los requisitos para el 2017 establecidos bajo el Pacto de Estabilidad y Crecimiento", las normas de disciplina fiscal europeas. Aunque ha evitado congelar los fondos europeos, la Comisión ha indicado que las previsiones de crecimiento del PIB español con las que trabaja Bruselas son menos optimistas que las de Madrid, y lo sitúan al 2,3% durante el 2017. Eso, según la CE, situaría el déficit al 3,8% el próximo año, siete décimas más de lo que exige Bruselas.