El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido dar un paso adelante en la calificación crediticia de Catalunya y excluir los bonos del govern de la Generalitat del programa masivo de activos financieros con los que el presidente del BCE, Mario Draghi, pretende estimular la economía europea. En la misma línea que las agencias norteamericanas Standard and Poor's (S&P), Moody's y Fitch, que situaron la deuda de Catalunya en la categoría de bono basura, inversión de riesgo o especulativa y calidad del crédito cuestionable, el BCE ha ratificado el incumplimiento de los criterios de calificación de crédito mínimo exigidos y de momento no comprará parte de la deuda de la Generalitat. 

Por su parte, fuentes del departament d'Economia de la Generalitat han asegurado que el rating asignado a Catalunya no coincide en absoluto con la situación real de la economía catalana y el principal problema proviene del hecho de que las bases fiscales de Catalunya estan en manos del Estado español. Precisamente esta diferenciación entre la economía y la deuda, tanto en Catalunya como en España, es lo que ha querido remarcar durante este miércoles el vicepresident del Govern y conseller d'Economia, Oriol Junqueras, a través de su cuenta de Twitter. 

 

Desde el departament d'Economia, también han querido añadir que la decisión tomada por el BCE no afecta a Catalunya ya que la Generalitat no tiene previsto emitir nueva deuda a corto plazo sino todo lo contrario, refinanciarlo y ampliar su vencimiento. Estas necesidades de liquidez se canalizan mediante el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y tal como aseguró el exconseller d'Economia de la Generalitat Andreu Mas-Colell en una entrevista en El Nacional, "Catalunya está en manos del Gobierno español y el Gobierno español está en manos de Catalunya."

Después de que el pasado 9 de marzo, el BCE y los bancos centrales nacionales decidiesen empezar a comprar grandes cantidades de deuda pública de la zona euro, conviene matizar que es el banco central de cada país quien realiza la compra de bonos soberanos o de otras administraciones autonómicas bajo la coordinación del organismo europeo. Durante el primer año, el BCE ha comprado deuda por valor de 60.000 millones de euros mensuales y a partir de este abril ha aumentado las compras mensuales hasta 80.000 millones de euros.