Los autónomos tendrán que pagar unos 30 euros más este mes de cuota a la Seguridad Social, como mínimo, en cumplimiento del acuerdo al que llegó este colectivo con el Gobierno a cambio de más prestaciones.

En realidad, se trata de un incremento de tres euros que tenía que entrar en vigor en enero pasado pero que el ejecutivo congeló hasta ahora, que reclama las cantidades retrasadas entre enero y septiembre.

El Real Decreto-ley 28/2018 de 28 de diciembre preveía una revalorización de las pensiones y otras prestaciones a cambio de un aumento progresivo de las cuotas a los autónomos. A partir de ahora, las cuotas ya incluirán el incremento pactado hace casi dos años.

La medida ha levantado las protestas del colectivo, como las del presidente de la ATA, Lorenzo Amor, que la semana pasada calificaba esta actualización "de estocada injustificable con la que está cayendo". "Pagarán 30 euros más en su cuota al aplicar una subida de tipo que tendrían que haber hecho en enero. Aplican una subida con carácter retroactivo en el peor momento, qué error", se exclamaba en un mensaje en Twitter.

Reducción de la plantilla

Además, la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) prevé que uno de cada tres autónomos con trabajadores a su cargo reducirá la plantilla durante la segunda ola del coronavirus. Según el barómetro mensual de la asociación, eso supone que se perderán 500.000 puestos de trabajo.

En la misma línea, un 10% de los autónomos prevé un cierre de su negocio, lo cual implica a 300.000 autónomos en términos absolutos. En el caso de un hipotético segundo confinamiento domiciliario, la mitad de los autónomos tendrían "serios problemas" para mantener su actividad.

"Desgraciadamente, cada mes que pasa el barómetro es más pesimista y demuestra la desesperación que viven los autónomos", según ha reconocido el presidente de la ATA, Lorenzo Amor.

La encuesta cifra en 450.000 los autónomos del conjunto del Estado que tienen su actividad totalmente cerrada, ya sea porque desde el desconfinamiento no han vuelto a abrir, porque están en zonas turísticas o por restricciones, como sería el caso del ocio nocturno. Según el barómetro, seis de cada diez autónomos están funcionando con su actividad reducida a la mitad.