Agbar ha anunciado el retorno de su sede social en Barcelona. Lo ha anunciado la compañía este martes, recordando que en el momento del movimiento en Madrid ya dijo que se trataba de una medida "de carácter temporal para preservar la seguridad jurídica de los inversores y proveedores".

La decisión ha sido tomada hoy por parte del consejo de administración de la compañía que preside Àngel Simón, asegurando que el cambio de opinión se debe a la "estabilidad económica" actual de Catalunya. Al mismo tiempo, fuentes de la compañía destacan el hecho de que es la Sociedad General de Aguas de Barcelona (SGAB) a quien hizo el cambio de sede, es decir, la matriz que aglutina las empresas de gestión del agua; pero que "estas empresas que la conforman no se movieron en ningún momento de sede".

SGAB trasladó su sede social a Madrid el día 7 de octubre del 2017 en pleno auge de los discursos catastrofistas hacia la economía catalana que señalaban el proceso, y con la creación del decreto ley por parte del Gobierno de Rajoy que facilitaba el traslado de empresas fuera de Catalunya. Como Agbar, otras grandes empresas catalanas trasladaron su sede social a otras comunidades, como Valencia o Madrid, como es el caso de CaixaBank, Banco Sabadell o Gas Natural. Ahora, sin embargo, Agbar asegura que el actual contexto de bonanza de la economía catalana ha cambiado las perspectivas, y el contexto favorable ha propiciado la decisión del retorno por parte del Consejo de Administración.

Con todo, la compañía asegura que el cambio de domicilio "no ha tenido ningún tipo de afectación al servicio prestado a los clientes" ni tampoco "ha afectado a las inversiones planificadas", que según explican, se han ejecutado en los plazos previstos.

 

Agbar, pendiente de la concesión

Actualmente, Agbar está pendiente del futuro de la concesión del abastecimiento de agua en Barcelona después de que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) anulara en marzo del 2016 la concesión para gestionar el agua que llega en las casas a una sociedad controlada por el grupo Agbar, propiedad de la empresa francesa Suez.

Hoy por hoy, la concesión del agua que llega a los hogares de la ciudad de Barcelona y el área metropolitana está en manos de una sociedad público-privada, de la cual Agbar es la principal accionista con un 70%, serie del Área Metropolitana de Barcelona (CON), con un 15%, y Criteria, el holding de participadas de La Caixa, con otro 15%.