Si bien ahora el tráfico internacional va a parar al aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas por tener más destinos directos y muchas más aerolíneas dispuestas a volar a Madrid -aunque actualmente el aeropuerto de El Prat está incrementando estos servicios-, hasta antes del comienzo de la Guerra Civil los que recibían más tráfico aéreo eran los aeropuertos de Barcelona.

Ello se concluye de la tesis doctoral de Lluís Corominas leída en la UAB y titulada "Historia de los aeropuertos de Barcelona y de las líneas aéreas que operaban de 1931 a 1936", que ha analizado por primera vez el número de vuelos, de pasajeros nacionales y extranjeros, la cantidad de mercancías y de correos que pasaron por los aeropuertos con tráfico comercial en El Prat de Llobregat desde el inicio de la aviación hasta 1936.

El autor ha repasado la historia de la aviación civil en Catalunya y en España y ha analizado el peso que tuvieron los aeródromos y los aeropuertos de Barcelona, con lo que ha demostrado la importancia de las instalaciones ubicadas donde ahora está el aeropuerto de El Prat.

Directamente conectada

A partir del seguimiento detallado de las compañías aéreas, de las que ha analizado material inédito, el autor muestra que Barcelona estaba directamente conectada con todas las líneas hacia Europa y Marruecos, a la vez que las líneas postales hacia Sudamérica operaban en España únicamente a través de la capital catalana.

La investigación aporta también otros datos interesantes, como la presencia en el aeródromo de La Volateria y el puerto de Barcelona de la primera Escuela de la Aeronáutica Naval, con los Talleres de la Aeronáutica Naval, el barco "base aérea transportable" Dédalo y la base de hidroaviones. Así mismo, la tesis doctoral muestra los intentos, finalmente sin éxito, de convertir Barcelona en una estación regular de dirigibles para la ruta del Graf Zeppelin entre Europa y Sudamérica.

Con este trabajo, el primero, según el autor, que analiza este ámbito desde el estudio de la historia contemporánea reciente, Corominas culmina una labor de años de investigación que lo han convertido en uno de los principales especialistas sobre la historia de la aviación en la Península Ibérica.