Fue un movimiento arriesgado, pero con el que se buscaba acabar con cualquier duda sobre el entrenador y dar "estabilidad". Tan solo una semana después, la continuidad de Xavi Hernández en el Barça vuelve a estar en peligro. La dura derrota ante el Girona, en la que los blaugrana volvieron a ser superados por su rival en la última media hora de partido, ha encendido las alarmas en el club.
“No habrá debate sobre mi continuidad”, sentenció Xavi ante las preguntas sobre su futuro después de la derrota en Montilivi. Aunque el técnico de Terrassa se muestre firme, lo cierto es que en el club hay dudas sobre si se tomó la decisión acertada. Más aún teniendo en cuenta la poca autocrítica del entrenador, que achaca todas las derrotas a "la inmadurez de los futbolistas" o a "regalar los goles".
Laporta se queda solo
"Nos sentamos con el presidente y en dos o tres minutos nos entendimos perfectamente" afirmó Xavi el día en el que se confirmó su continuidad. Aunque dentro del club había voces que pedían el cese del entrenador, incluso antes que este anunciase su dimisión para el final de temporada, Joan Laporta insistió en que lo mejor era no hacer ningún cambio.
Si ya había dudas sobre este giro de guion dentro del seno de la directiva, empezando por el director deportivo, Deco, u otros directivos como Enric Masip, la derrota ante el Girona los carga de argumentos. La cuestión, para ellos, no es si hacía falta seguir ligados o no a su actual entrenador, sino si hacía falta comprometerse tan pronto cuando quedaban cinco jornadas por disputarse. Tiempo suficiente para que se pierda la segunda plaza que da acceso a la Supercopa de España.
Dudas para la próxima temporada
Sea acertado o no, este movimiento parece haber asegurado que Xavi ocupará el banquillo blaugrana la próxima temporada. Sin embargo, su puesto a partir del próximo curso dependerá mucho de los primeros partidos. Si el juego sigue siendo igual de malo y los resultados no son competitivos, Laporta tendrá que adelantar la llegada de un relevo.
Pero esto también puede afectar en la planificación de la temporada. Evidentemente, la plantilla estará configurada atendiendo a las peticiones de Xavi, que trabajará junto a Deco para reforzarse. Esto puede provocar el fichaje de jugadores que, si el catalán acaba saliendo pronto, pueden acabar condicionando al club durante los próximos años. Sin duda, una situación complicada, la que tiene Laporta en el Barça.