En el vestuario del Real Madrid nadie duda de que Vinícius Júnior afronta el Clásico contra el Barça como un desafío personal. El brasileño llega a la cita con una motivación desbordante: quiere ser decisivo, marcar y volver a mostrarse como uno de los grandes referentes del equipo de Xabi Alonso. En Valdebebas se percibe su intensidad en los entrenamientos y su fijación con el duelo ante el eterno rival. Vinícius lo tiene entre ceja y ceja.
La temporada pasada, marcada por altibajos físicos y por el impacto mediático de Kylian Mbappé, dejó en el aire una cuestión de jerarquías. Hoy, con ambos en plenitud, el brasileño quiere dejar claro que su papel en el proyecto blanco sigue siendo fundamental. El Clásico es el escenario que mejor entiende: máxima tensión, espacio para correr y el foco mediático en su punto de mira.
El hambre de protagonismo
Vinícius ha hecho del orgullo competitivo su combustible. Los técnicos destacan su trabajo en los últimos días, especialmente en aspectos de definición y lectura de espacios. En los partidos grandes suele responder, y su conexión con Mbappé y Bellingham será una de las claves para romper la estructura defensiva del Barça. En el cuerpo técnico saben que, cuando el brasileño se siente importante, es prácticamente imparable.
Bajo la dirección de Xabi Alonso, el Madrid ha reforzado su equilibrio, pero el brasileño sigue siendo el termómetro emocional del equipo: cuando él se enciende, el conjunto sube el nivel de intensidad. En el vestuario lo saben y lo esperan. Los compañeros confían en que su desborde marque diferencias ante un rival que ha mostrado dudas defensivas.
Un Clásico para recuperar estatus
Más allá de los puntos, el partido representa para Vinícius una oportunidad de reafirmarse en el escaparate global. Quiere demostrar que puede compartir liderazgo con Mbappé y, en determinadas noches, incluso superarlo en impacto. No se trata de competir contra su compañero, sino de reivindicarse como figura esencial de la nueva era blanca.
El brasileño llega con esa mezcla de energía, ambición y deseo de dejar huella que lo caracteriza. Si el Real Madrid consigue imponerse al Barça, el nombre de Vinícius volverá a ocupar titulares por sus goles, no por su carácter.