El Barça vive un nuevo foco de tensión interna, esta vez protagonizado por Marc Casadó, cuyo futuro parece ya más lejos que cerca del club. El joven centrocampista, una de las perlas de la cantera, ha llegado a un punto límite con Hansi Flick, un entrenador que no cuenta con él y que ha dejado claras sus preferencias en el puesto de pivote suplente. El vestuario, que lo aprecia y lo ve con capacidad para triunfar, le ha pedido insistentemente que aguante. Pero Casadó siente que su situación es insostenible.
Flick no confía en él y la relación está rota
La realidad es que para Flick, el suplente natural de Frenkie de Jong, ahora es Eric Garcia, una decisión que ha dejado completamente descolgado a Casadó. De este modo, el joven jugador percibe que no tiene ni oportunidades ni margen para crecer, y que el técnico alemán no cree en las cualidades que ya demostró la pasada temporada. Y es que, según su entorno, Casadó considera que no ha hecho nada para merecer este vacío deportivo y emocional que ha ido cavando un abismo entre él y el entrenador.
El jugador esperaba tener al menos minutos, explicaciones o un gesto que confirmara que formaba parte del proyecto, pero ese gesto nunca llegó. En su lugar, ha recibido una frialdad absoluta. Así pues, la relación entre ambos está rota, hasta el punto de que Casadó ya no ve sentido a seguir luchando por un hueco que siente que no existe.
El vestuario lo quiere, pero él ha tomado su decisión
En el vestuario, sin embargo, la visión es totalmente distinta. Los compañeros lo valoran, lo respetan y le han pedido que aguante, que no precipite su salida y que luche por demostrar su valía. Lo consideran un jugador útil, querido y con margen de crecimiento. Pero ni siquiera ese afecto grupal ha logrado mover la decisión de Casadó. La realidad es que el canterano cree que ha llegado el momento de marcharse. No quiere seguir en un entorno donde no se siente reconocido ni tenido en cuenta, y su convicción es firme: necesita minutos, confianza y un entrenador que crea en él. Y eso, ahora mismo, no lo encuentra en el Barça.
Así pues, salvo giro inesperado, Casadó pedirá salir del Barça en el próximo mercado. Una despedida dolorosa para él, pero que considera imprescindible para salvar su carrera y recuperar la motivación que Flick, consciente o no, ha apagado por completo.
