Punto y final a las especulaciones del traspaso de Marco Verratti al Barça. El mediocampista del París Saint-Germain, en declaraciones a la televisión del club, ha roto su silencio y ha asegurado que está "emocionado" por volver a los entrenamientos, dejando claro que su futuro pasa por seguir jugando en París.

"Hemos pasado por algunos momentos difíciles durante los últimos días pero estoy emocionado por estar de vuelta y volver a trabajar de nuevo. Sé que el club cree en mí y realmente quiero disculparme con el club, el presidente, los aficionados y los jugadores. Estoy muy feliz aquí. No he hablado porque tengo mucho respeto por el PSG. Si he llegado a ser el jugador que soy hoy es gracias a ellos", ha indicado Verratti, objetivo número 1 del Barça en este mercado de fichajes.

Además, el futbolista del PSG ha querido desmarcarse de las palabras de su representante, Donato Di Campli, quien aseguraba en una entrevista al diario italiano Corriere dello Sport que Verratti era un "prisionero" del emir propietario del club y que no venderlo al Barça se había convertido en una cuestión de orgullo: "No son mis declaraciones y ha cometido un gran error. Espero que no vuelva a suceder. Todo el mundo quiere centrarse en trabajar y yo haré todo el posible, como siempre, por este club".

Josep Maria Bartomeu ya dio por imposible el fichaje de Verratti alegando la nula predisposición del PSG a negociar. Ahora, a pesar del deseo del jugador y su agente, se cierra una carpeta que reactiva las segundas opciones en la secretaría técnica del Camp Nou. El Barça ha perdido la primera batalla y Robert Fernández será el encargado de decidir quien llegará para hacer de Verratti. Un traspaso, ahora sí, imposible.