Sorpresa a medias de Ernesto Valverde a la hora de plantear el definitivo partido contra el Liverpool. Anfield decidirá si el Barça acaba haciendo bueno el 3-0 de la ida de las semifinales de la Champions League y consigue pasar a la final. Pero los argumentos los tendrán los futbolistas y la intención del Barça será clara: atacar.

Un punto y final

Las palabras del entrenador del Barça quieren hacer escapar al equipo de la posesión y del control y esperar al equipo más ofensivo posible: "Pensar en el control sería un error porque ellos quieren que lo tengamos para presionar. Tenemos que atacar para marcar y ganar". Unas palabras claras que no hacen más que afianzar el estilo Valverde y como el equipo se ha adaptado a la perfección a su filosofía atacante.

"Tenemos que estar a la altura de unas semifinales de Champions", ha sido la otra consigna que hay que tomar a rajatabla. Y así también alejarse del temido recuerdo de Roma, que Valverde tiene en mente, pero que quiere evitar pensar. "Las experiencias sirven para mucho. El año pasado tuvimos un mal resultado y no estuvimos bien. Tenemos una segunda oportunidad y queremos repetir un gran partido", ha añadido.

Pero también ha destacado que "nada está escrito; se tiene que escribir". Por esto piensa que "tenemos que plantear el partido sin tener en cuenta el partido de ida" porque "es un punto y final para uno de los dos equipos".

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¿Repetir el once titular?

Y si cada equipo trata de llevar el fútbol a su tuyo terreno, también confirma sin decirlo el mismo once titular del partido de ida. "Para estos partidos todo el mundo está bien y si cambio alguna cosa quizás me cargo todo el resto", explica.

La derrota y la eliminación, también puede pasar, aunque es complicada. Y la manera de ver un nuevo desastre en Liverpool esq ue "puede pasar que tengamos un gran rival y nos supere". Sobre todo ha destacado la capacidad aérea y las acciones de estrategia "extraordinarias" que tiene el conjunto red.

Pero por encima de todo también cree que no se repetirá el episodio de Roma. "Creo que tendremos poca relajación viendo cómo estará el campo", añade. Y tampoco ha entrado al juego del templo de Anfield que ya hizo enfadar a Messi en el Camp Nou.