Algo se ha roto en Luka Sucic, y en Zubieta lo saben. El mediapunta croata, llamado a ser una de las grandes irrupciones de la Real Sociedad, atraviesa un momento crítico. Con Sergio Francisco en el banquillo, el joven talento parece haber perdido toda conexión con su mejor versión, aquella que mostró bajo las órdenes de Imanol Alguacil, cuando su zurda era sinónimo de verticalidad, visión y descaro. Hoy, sin embargo, su nombre apenas aparece en las alineaciones, y cuando lo hace, pasa inadvertido.

El último episodio de su declive se vivió en el duelo copero frente al Negreira, un partido diseñado para dar minutos a los menos habituales. Sergio Francisco alineó un once con múltiples rotaciones, confiando en que Sucic aprovecharía la oportunidad. No lo hizo. Ni la superioridad ante el rival ni el resultado (0-3 a favor) maquillaron su discreta actuación. Su paso por el campo fue una mezcla de imprecisión, falta de energía y desinterés preocupante.

Sucic
Sucic

Sergio Francisco pierde la paciencia: Sucic, sin actitud ni respuestas

En la rueda de prensa posterior al encuentro, Sergio Francisco intentó cubrirlo, con diplomacia y prudencia. “Diría que los tres han estado al nivel”, dijo el técnico irundarra, esquivando comparaciones con los más destacados de la noche: Goti y Sadiq, quienes sí aprovecharon su oportunidad. Pero las imágenes y los números contaron otra historia. Goti firmó un gol, participó activamente en el segundo tanto y fue un constante peligro entre líneas. Sadiq, aunque errático de cara al arco, se mostró combativo, intenso, con hambre. Sucic, en cambio, pareció ausente, desconectado y sin ambición.

La paciencia en el cuerpo técnico comienza a agotarse. Desde que Sergio Francisco tomó las riendas del equipo, el croata apenas acumula 121 minutos en toda la temporada, y no juega en LaLiga desde la derrota ante el Rayo Vallecano en la jornada 8. En un vestuario en el que se premia el compromiso y la actitud, la pasividad de Sucic contrasta con la entrega de jugadores jóvenes como Ander Barrenetxea o Brais Méndez, que sí han sabido ganarse el respeto del entrenador.

Sucic
Sucic

El mercado invernal, la última oportunidad para el croata

En Donostia se comenta en voz baja lo que ya parece inevitable: una posible cesión de Luka Sucic en el mercado de invierno. El club quiere evitar que un talento de su calibre se apague por completo, y consideran que un cambio de aires podría reactivar su carrera. No obstante, el propio jugador deberá mostrar que aún conserva el fuego competitivo que lo llevó a ser internacional con Croacia y a despertar el interés de equipos de la Bundesliga y la Serie A.

El contraste con su etapa anterior es brutal. Con Imanol Alguacil, Sucic disfrutaba de libertad creativa, era protagonista en la medular y se atrevía con todo. Su potente disparo de media distancia era un recurso constante y su conexión con los delanteros, un factor determinante. Hoy, en cambio, el futbolista parece fuera de ritmo, sin confianza y con la mirada perdida. En la Real preocupa que el bajón no sea solo físico, sino también mental.

La Real Sociedad vive una etapa de transición, con un entrenador que apuesta por meritocracia pura. Sergio Francisco no regala minutos, y eso está dejando atrás a figuras que antes parecían intocables. Sucic es el caso más claro, pero no el único: su compatriota Duje Caleta-Car también mostró una versión floja, lenta en la marca y con una amarilla que retrató su desconcentración.