Sergi Palencia fue el capitán del último gran Barça B, el que consiguió el ascenso a Segunda División la temporada 2016/17. El de Badalona, después de formarse en La Masia, está triunfando en la MLS con LAFC. En una entrevista exclusiva a ElNacional.cat, Palencia repasa su etapa en el Barça y su presente en los Estados Unidos.
Llegaste al Barça en el 2007 y estuviste 11 años, hasta el 2018. ¿Cómo valoras tu etapa al club?
Para mí, que soy culé de toda la vida, fue un sueño. Me acuerdo cuando empecé, las pruebas que hice en el Miniestadi, los nervios que tenía incluso allí, que tenía 10/9 años. Ponerte esta camiseta cada día y poder jugar, representarla, la verdad que fue un sueño desde el primer día hasta el último. Es una etapa que guardo con mucho afecto y estaré superagradecido al Barça siempre.

Te ponías objetivos de decir: a ver si le saco una pelota a Busquets. Pero estás allí y no hay manera
No llegaste a debutar con el primer equipo, pero sí que subiste a entrenar en más de una ocasión. ¿Cómo es entrenar con Messi y los mejores jugadores del mundo?
Brutal, brutal. Me acuerdo de que en un juego de posición así enano que hacían, que se metían allí diez tíos en diez metros cuadrados, superpequeño, te cabreabas. Te ponías objetivos de decir, venga hoy a ver si le saco una pelota a Busquets. Estás allí y no hay manera. Puedes ir por la izquierda y no sabes cómo, te ve de reojo y va hacia el otro lado. Es una pasada, otro nivel.
Yo lo notaba mucho cuando encadenaba un par de semanas entrenando con esta gente y después bajaba a jugar a Segunda B o a Segunda. Te notabas mucho más fino técnicamente y pensabas un poco más rápido que todo el mundo porque eso es lo que te da entrenar con esta gente.

La verdad es que lo disfrutábamos mucho. Cuando veíamos que entraba el segundo entrenador o el delegado en el vestuario, ya sabíamos que iría a decir quién iba a entrenar con el primer equipo y estábamos todos como en plan, venga va, que me toque a mí, que me toque a mí, que me lo quiero pasar bien hoy. Eran experiencias increíbles.
Cuando tienes en Iniesta que te dice: "Eh, venga, eh chaval, venga, venga, empieza, eh, vamos, despierta"
¿Por una parte, mucha ilusión, pero también muchos nervios no?
Sí, sobre todo al principio. Al final la exigencia es muy grande y cuando ves que recibes las tres primeras pelotas, las pierdes y a tu equipo le cuesta recuperar pelota, tienes a Iniesta que te dice: "Eh, venga, eh chaval, venga, venga, empieza, eh, vamos, despierta". Tú dices, madre mía.
Pero, bien, también son gente que, cuando tú eres de la casa, te cuidan. Saben lo que es y saben que al principio te puede costar. Te valoran sobre todo que lo intentes, que vayas motivado y te lo tomes seriamente. Quizás tenían más problemas los que iban un poco de 'sobraditos'. Los que lo intentábamos y a veces podía no salir alguna cosita, ningún problema y siempre ayudábamos, pero sí, sí, ese punto de nervios siempre estaba.
Después de salir del Barça y pasar por el Girondins de Burdeus, Saint-Étienne y Leganés, en el 2023 decides abandonar Europa y firmar por tu club actual, LAFC. ¿Te imaginabas jugar en una liga como la MLS? ¿Cómo se dio tu fichaje?
Queva, queva, no me lo imaginaba ni de broma, pero bien, son opciones que van apareciendo. Me acuerdo de que hice dos años buenos en el Leganés, jugando bastante. El primer año hicimos play-off, pero el segundo año no lo conseguimos y fue una temporada complicada. Teníamos buen equipo, pero cuando no van a los resultados, nadie brilla.

Yo todavía tenía contrato con el Saint-Étienne, que había bajado. Fui allí y me encontré al Saint-Étienne en Segunda División. Después de seis meses, la situación no era tan poco fácil y tanto el club como yo llegamos a un acuerdo para solucionar y acabar el contrato. Entonces, Los Ángeles apareció. No me preguntes por qué, pero, al final, el mundo del fútbol es pequeño y aquí había un director deportivo que conocía al director deportivo del Leganés. Pregunta, dan buenos informes y llegas así. Es una operación que les cuadraba a ellos económicamente y a mí también. Estoy muy feliz de haber tomado esa decisión y estar aquí. Es mi tercer año y ojalá sean muchos más.
¿El hecho de compartir vestuario con jugadores de talla mundial como Chiellini o Carlos Vela entre otros, influyó en la decisión?
Sí, sí, sin duda. Tú oyes Giorgio Chiellini hablar bien de aquí y eso ya te hace ver. No sé cómo ha sido la gestión, pero hace poco se ha convertido en uno de los propietarios. De una parte minoritaria, pero es uno de los propietarios. Siempre habla maravillas del club. Ves eso, ves a Carlos Vela, ves Ilie Sánchez, que hablé también con él y me habló maravillas del club y dices, ostras, de acuerdo, es la MLS y la imagen que quizás todos tenemos de MLS allí es, bien, esta liga no sé... Pero cuando empiezas a hablar con esta gente te das cuenta de que es una cosa seria. También tenía aquí en Bouanga, que fue compañero mío en el Saint-Étienne. Todas las opiniones que pedía eran buenas y fue una decisión muy fácil de tomar y de la que estoy muy contento.
Hace unas semanas, fue Heu Ming Son quien llegó a Los Angeles Football Club, convirtiéndose en el fichaje más caro en la historia del MLS. ¿Te ha sorprendido?
Sí, me sorprendió porque aquí tampoco es que sea habitual que veas estos fichajes de millones. Aquí vas quizás por otro tipo de perfil o gente que está un poco más a su fase de retirada y no cuesta dinero el traspaso, pero bien. La verdad es que encantados. Es una maravilla de persona. Desde el primer día que vino, habla con todo el mundo, quiere conocer el historial de cada uno, los clubs por donde hemos pasado, nos comparte sus experiencias...

Aquí siempre escogen muy bien los perfiles de jugadores que vienen. Hugo Lloris, Olivier Giroud igual, personas espectaculares, nada del tipo de jugador que viene aquí a retirarse y a vivir la vida. No, al contrario. Son gente que viene a aportar, que todavía siguen con esta vena competitiva y tienen ganas de ganar.
En línea con eso, si hay algún fichaje que ha llevado la MLS y el fútbol en los Estados Unidos a otra dimensión fue el de Leo Messi. ¿A pesar de jugar en otro equipo, como viviste su llegada y como has vivido este crecimiento de la Liga desde dentro?
Es brutal la verdad. Yo llegué y en los meses llegó él, pero se notaron diferencias. Ni que sea que mires a los seguidores de las redes sociales o el contrato con Apple, que está por donde se retransmite la liga... Todas estas cosas no serían posibles sin él. Ya sabemos lo que es venta de camisetas, de tickets... Sin embargo, encima aquí, que se mira mucho el lado un poco más empresarial, más del business, pues imagínate lo que puede ser Messi.
Es brutal, cada estadio que va se llena. Y eso es positivo porque querrá decir que más gente se irá aficionando al fútbol aquí y el fútbol irá creciendo. Esperamos que algún día pueda ponerse a la altura del baloncesto, del fútbol americano o del béisbol, que son deportes gigantes, aquí y hacen contratos de otra dimensión. Esperamos que el fútbol también pueda tener cultura aquí y acabe siendo un deporte grande también aquí en los Estados Unidos.
¿Imagino que el partido marcado en rojo en el calendario es contra el Inter Miami por el hecho de jugar contra estos tipos de jugadores, no?
Sí, sin duda. Siempre te gusta, pero también depende un poco porque aquí el calendario es muy extraño. Ni yo lo entiendo a veces. Este año, por ejemplo, no juguemos contra el Inter de Miami. No sé cómo lo hacen, pero lo hacen de manera más o menos justa para que vayas jugando contra todo el mundo. Entonces, a ver, este año no nos ha tocado a la Liga, pero nos tocó en Champions y fue brutal. Fue gigante para nosotros. Jugar contra los buenos siempre te ayuda a crecer, como equipo también, y son experiencias que te llevas.

Ir al Mundial de Clubes y hacer un papel decente como el que hicimos, de ninguna de las maneras puede ser negativo para nosotros
Y para acabar, este año se ha disputado la primera edición del nuevo Mundial de Clubes. Tuvisteis la suerte de poder formar parte gracias a la descalificación del Club León y a la victoria ante el América en el partido de repesca que organizó la FIFA. ¿Cómo vivisteis todo este proceso y que ha significado para ti y para el club jugar el Mundial de Clubs?
Para nosotros, ya el partido este de play-off con el América fue brutal. Creo que nos preguntas a todos y quizás es el mejor partido que hemos vivido casi en nuestras carreras. O sea, el campo estaba a reventar, era una oportunidad única, había muchas cosas en juego: prestigio, el dinero que daba la World Cup... Fue brutal aquel día.
Y después la experiencia, creo que competimos bien contra los ganadores que fue el Chelsea. Si ves el partido, dimos la cara y podríamos haber rascado alguna cosita más. El partido que la cagamos bastante fue el del Tunis, que era el partido que teníamos que ganar nosotros 100%. Y contra el Flamengo íbamos ganando 1-0 en el minuto 88... Es verdad que nos fuimos con muy mal sabor de boca del torneo porque sumaste un punto de nueve, pero, hostia, ir al Mundial de Clubes y hacer un papel decente como el que hicimos, de ninguna de las maneras puede ser negativo para nosotros.